Sergio Arce
Costa Rica aún no tiene un plan concreto de atención sanitaria en la frontera norte ante un eventual flujo migratorio, en medio de la emergencia por el coronavirus y, muy especialmente, en virtud de la opaca acción del gobierno de Daniel Ortega en la atención de la pandemia.
Así lo dejan ver las respuestas que se ofrecen desde la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) ante consultas de este medio, en momentos cuando la misma Organización Panamericana de la Salud mostró este martes su “preocupación” ante la escasa respuesta de Nicaragua.
“Nos preocupa la falta de distanciamiento social, la convocatoria de reuniones masivas. Nos preocupan los exámenes, la trazabilidad de los contactos y la notificación de casos. También nos preocupa lo que vemos como una prevención y control de infecciones inadecuados”, indicó el organismo.
Nicaragua es el único país de Latinoamérica que no ha cerrado sus fronteras, no tomó medidas de confinamiento de la población, mantiene abiertas las escuelas y promueve ferias, actividades recreativas y de turismo, algo duramente cuestionado por médicos, empresarios y opositores.
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Respuestas en la Caja
Pero qué dicen en la Caja en cuanto a la atención de migrantes, principalmente nicaragüenses, quienes podrían intentar cruzar hacia Nicaragua o venir desde ese país. Ya un grupo de ellos intentó salir del país en dos buses el fin de semana pasado, pero su viaje se vio frustrado gracias a la acción de Fuerza Pública.
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“No. Eso lo está manejando ACNUR, OIM (Organización Internacional para las Migraciones), CNE y OPS (Organización Panamericana de la Salud)”, respondió el doctor Daniel Quesada, director del Centro de Atención de Emergencias y Desastres de la entidad, ante una consulta matutina de El Observador.
¿Cómo se ha preparado la institución tanto con puestos médicos móviles o en el hospital de Ciudad Quesada? “La CCSS en principio solo atendería casos que requieran hospitalización”, agregó el funcionario.
Édgar Carrillo Rojas, director médico del hospital de Ciudad Quesada, aseguró días atrás en un comunicado que el centro médico tiene un área especial para pacientes COVID-19 que cuenta con 22 camas, 18 ventiladores mecánicos y equipo especializado para entubar a los pacientes que así lo requieran. Asimismo cuenta con cuatro camas para Cuidado Intensivos.
Horas después de la respuesta del doctor Quesada, el presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya, dijo en conferencia de prensa que la atención de los migrantes “se coordina entre la Caja, Ministerio de Seguridad, Acnur, CNE, OPS y la OIM. Es multiinstitucional”.
Posteriormente comentó que en las zonas fronterizas hay centros temporales de atención de migrantes y se busca “fortalecer la capacidad de esos centros para una eventual atención de personas (en caso de) que se tengan que diagnosticar y posiblemente aislar en zonas fronterizas”.
Sin embargo, reconoció que es algo que “aún está en discusión, con todos esos organismos -algunos nacionales y otros internacionales-, para atender el reto del tema migratorio en tiempos de pandemia”.
Vigilancia fronteriza por parte de Seguridad
Por su parte, Seguridad Pública anunció a finales del mes pasado que dispuso de más personas para vigilar la frontera norte.
Daniel Calderón, director general de la Fuerza Pública, explicó en un comunicado que los oficiales colaboran en la revisión de los diferentes vehículos de transporte público que se dirigen hacia los puestos de Peñas Blancas en La Cruz, Guanacaste, así como Tablillas de Los Chiles, Alajuela.
También se anunció el refuerzos de la frontera en algunos puntos ciegos, al tiempo que el ministro de la cartera, Michael Soto, agradeció este lunes a los vecinos de la frontera norte por reportar movimientos de migrantes, aunque reconoció que vigilar todo el cordón fronterizo (309 kms) es una misión casi imposible.
Soto anunció este miércoles que el viernes viajará a la frontera norte para supervisar la vigilancia en algunos puntos de los 309 kms de línea fronteriza. Posteriormente viajará a la frontera sur con Panamá.
Las autoridades han recordado que las medidas migratorias se extendieron hasta el 30 de abril, entre ellas quitarle el estatus a aquellos extranjeros que salgan del país e intenten regresar. Hasta la fecha más de 2.500 nicaragüenses fueron rechazados en alguno de los puntos fronterizos.
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Entre los esfuerzos que se realizan en la zona norte, la Organización Internacional para las Migraciones entregó a la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) equipo técnico (12 lámparas solares, 10 lámparas de emergencia, 18 megáfonos de mano y 2 torres de iluminación) para que sean utilizados en la Estación Migratoria Bicentenaria Norte, situada en La Cruz.
