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Cuarta parte de cultivos de marihuana eliminados en los últimos 11 años, estaba en áreas protegidas

El 25,2 % de las plantaciones de marihuana (cannabis) encontrado y erradicado por las autoridades de seguridad en los últimos…

Por Paula Umaña

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Cuarta parte de cultivos de marihuana eliminados en los últimos 11 años, estaba en áreas protegidas
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El 25,2 % de las plantaciones de marihuana (cannabis) encontrado y erradicado por las autoridades de seguridad en los últimos 11 años, se encontraba dentro de Áreas Silvestres Protegidas (ASP). Así lo determinó el Informe del Estado de la Nación 2019, presentado este miércoles. 

Desde la perspectiva ambiental, según los investigadores, la presencia de estos cultivos dentro de zonas silvestres de resguardo, evidencia las limitaciones del país en el cuido del patrimonio natural. 

En esta última década, se destruyeron más de 5 millones de plantas en 351 mil metros cuadrados, lo que equivale a unas 87 canchas de fútbol.

La ubicación de las plantaciones se agrupa en el sur de la vertiente del Caribe, en lugares como:

  • la Reserva Forestal Río Pacuare
  • la zona protectora del Río Banano
  • y la Reserva Biológica Hitoy Cerere

Pero es el Parque Internacional La Amistad el que concentra el 81% de los cultivos eliminados dentro de áreas silvestres protegidas. 

Mapa realizado por investigadores con datos del Instituto Costarricense sobre Drogas sobre los cultivos de marihuana erradicados. (Estado de la Nación)

Para la distribución geográfica de las siembras de marihuana, los investigadores del Programa Estado de la Nación utilizaron la base de datos georreferenciada del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), con información sobre este tema para el período 2007-2018.

Poco personal

De ocho áreas afectadas por el narcotráfico, seis no cuentan con personal. En La Amistad se cuenta con siete personas. Solo una se encarga de la zona Caribe, donde está el 70% de los cultivos registrados en el período, según el Informe. 

“Esto refuerza la noción de que, pese a que quizás el área cubierta por esta actividad no es particularmente grande, hay serios problemas de cuido que pueden acrecentarse con el tiempo si la presión aumenta”, menciona el estudio.

El Informe Estado de la Nación 2019 señaló que la superficie total de las áreas involucradas en actividades de narcotráfico, es de 415 mil hectáreas. Únicamente 10 funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) resguardan ese amplio territorio.  Es decir, cada funcionario tendría a su cargo 41-500 hectáreas.  

Los guardaparques de las áreas silvestres protegidas han llamado varias veces la atención sobre la carencia de personal y la necesidad d más recursos para la atención de nuevos desafíos en sus labores, como combatir el narco. 

La Policía de Control de Drogas erradica (corta y quema) los cultivos de marihuana encontrados por las autoridades. (Ministerio de Seguridad)

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El secretario del Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Ambiente y Energía (Sitraminae), Dennis Carmona, había indicado a El Observador que la mayoría de funcionarios que vigilan las áreas silvestres carecen de armas, chalecos antibalas, zapatos adecuados, linternas, y salveques. 

En agosto pasado, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) informó que trabaja en un plan de mejora de las condiciones laborales de los guardaparques. El Sinac reportó mejoras en puestos operativos, la adquisición de 80 vehículos para las áreas silvestres, la compra de 135 armas tipo fusil, entre otros. 

La semana anterior, la directora del Sinac, Grettel Vega, admitió que aún quedan mejoras por realizar, sobre todo en infraestructura.

Destrucción de bosques centroamericanos

El cultivo de marihuana no es la única actividad ilícita que genera presión sobre las áreas protegidas y los bosques del país y Centroamérica en general. 

Tres estudios independientes sobre el trasiego de cocaína a lo largo del istmo concluyeron que el tráfico de droga y – paradójicamente – los esfuerzos para frenarlo, están impulsando rápidamente la deforestación en los bosques tropicales más preciados de América Central. 

Los investigadores Jennifer Devine, de la Universidad de Texas Tech; David Wrathall, de la Universidad de Oregon; y Bernardo Aguilar, de la Fundación Neotrópica, lideraron los estudios, presentados durante la reunión previa a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático (Precop25), realizada en el país en octubre. 

En síntesis, los trabajos revelan que las políticas impulsadas por los Estados Unidos para combatir el narcotráfico en la región han empujado a los traficantes a áreas forestales remotas. Esto ha provocado una situación que denominan “narcodeforestación”.

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