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El enamoramiento no dura para siempre

Emilia Malavassi Nuestra pareja no es simplemente la persona con la que compartimos techo o dividimos cuentas, es alguien que…

Por Emilia Malavassi

Tiempo de Lectura: 3 minutos
El enamoramiento no dura para siempre
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Emilia Malavassi

Nuestra pareja no es simplemente la persona con la que compartimos techo o dividimos cuentas, es alguien que ocupa un lugar muy importante en nuestra estructura emocional. Al escogerla, la hemos ubicado en el puesto de ser quien esté ahí para nosotros, para darnos apoyo, amor, solidaridad, entrega, comprensión y más.

El enamoramiento no dura para siempre, ese momento en que todo en el otro es perfecto y es justamente lo que llena nuestras necesidades, se acaba. La transición de enamoramiento a amor maduro es una decisión, sucede en el momento que aceptamos las fortalezas y las debilidades como uno solo y estamos dispuestos a amar, simultáneo a esto el otro lado de la ecuación, se encuentra también aceptándonos a nosotros en combo completo.

Suena lindo pensar que aceptamos los defectos del otro y aceptan los nuestros, y que una vez que lo hacemos estos dejan de ser un punto de choque en nuestra relación. Sin embargo, todos los que hemos tenido una relación de pareja sabemos que esa no es la realidad, las cosas que nos molestan siguen estando ahí y en muchas ocasiones son el origen de conflictos que van desgastando la relación. Se trata de tener una relación donde vivamos y disfrutemos, no donde tengamos permanentemente que sobrevivir entre conflictos, diferencias o desacuerdos.

El gran problema radica en que, según investigaciones, a las parejas les toma en promedio 6 años para buscar ayuda a sus diferencias. Es decir, luego de 6 años de “sobrevivir” a dificultades que desgastan y definitivamente van dejando una huella negativa, es que buscan hacer algo por ellos. Y aquí estoy  hablando de aquellas parejas que acuden a procesos de terapia, por ejemplo, pero sabemos que muchas no lo hacen y llegan a divorciarse o en su defecto convertirse en “compañeros de casa” que dividen cuentas y comparten techo únicamente, siendo esto súper dañino para el resto de la familia.

Mi punto es, ¿para qué esperar a eso? No es mejor atender la relación antes de que “se llene el vaso” o “explotemos”. Vivimos en una cultura donde prevenir no es considerado como prioritario, pero al hablar de pareja debería serlo. Fortalecer la relación de pareja significa invertir en la familia entera, invertir en la salud física y emocional de todos, en su calidad y estilo de vida.

Así como fortalecer nuestro cuerpo toma tiempo y debemos dedicar espacio del día para el gimnasio o la actividad física que escojamos, de la misma manera sucede con la relación. Hay que decidir fortalecer nuestra relación de pareja y esto implica invertir de nuestro tiempo y energía en hacerlo.

A continuación le presento algunas preguntas, con el fin de ponerle a pensar si está atendiendo su relación de pareja o debíadecidir dedicarle más energía.

  • ¿Cuándo fue la última vez que recordó con su pareja las razones por las que se enamoraron el uno del otro?
  • ¿Le ha dicho recientemente a su pareja aquellas cualidades que más valora y admira?
  • ¿Tiene espacios de pareja semanales? Donde están únicamente ustedes dos disfrutándose el uno al otro.
  • ¿El origen de los problemas de pareja siempre recae en los mismos puntos? Es decir, ¿Tienen aspectos de la relación sin resolver y constantemente traen dificultad?
  • ¿Qué tanto tiempo tiene para conversar con su pareja? ¿Qué hablan en estos espacios? ¿Temas de trabajo, hijos, casa?
  • ¿De qué manera conscientemente se esforzó en la última semana por fortalecer su relación de pareja?

Si estamos en una relación de pareja definitivamente podemos hacer mucho por ella, pero el primer paso es decidirlo. Les invito a eso, a decidir cuidar su relación, a que juntos se llenen de recursos emocionales que les permitan vivir y compartir el camino de la vida. 

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