Uno de cada tres niños en Costa Rica crece en la pobreza

Gordon Jonathan Lewis, representante del Fondo para la Niñez de las Naciones Unidas (Unicef, por sus siglas en inglés) afirmó que Costa Rica ha sido, históricamente, una nación a la vanguardia en temas de niñez y adolescencia.

Sin embargo, el vocero de Unicef considera que hay aspectos que afectan a las poblaciones infantiles, como lo es la condición de pobreza y las disparidades que esto genera en su crecimiento y gozo de sus derechos.

De acuerdo con el informe anual 2018 de la Unicef, un 34% de los niños y los jóvenes en Costa Rica viven en pobreza. Aún más preocupante es el hecho que un 12% de este grupo se encuentra en el nivel extremo.

Para Lewis, entre mayor es el nivel de pobreza, las posibilidades de exclusión aumentan de forma radical. Por esta razón considera que este tema sigue siendo el reto principal del país en temas de niñez y adolescencia.

“La realidad, día a día, es sumamente diferente a cómo viven los otros niños. Muchos pasan hambre, situaciones de desnutrición crónica y una mayoría de ellos no van a la escuela o colegio”, explicó

El vocero afirmó que las inequidades que surgen a raíz de esto dificultan que estas poblaciones puedan disfrutar plenamente de sus derechos, como lo es la educación.

Vulnerabilidad

Según datos de la organización, en Costa Rica, más de 175.000 jóvenes no estudian ni trabajan y 126.000 no completaron la educación secundaria.

Los registros arrojan que dentro de la niñez y juventud las poblaciones más vulnerables son las de comunidades indígenas, afrocaribeñas y migrantes.

Otro tema que se ve afectado es el de la salud. En temas de embarazo, las cifras del ministerio de Salud indican que el embarazo en niñas y adolescentes alcanzó un 14,8%.

Por su parte, también preocupa que un 21% de las víctimas de violencia doméstica son niñas en condición de pobreza, de acuerdo con datos facilitados por la Unicef.

Suicidio, una alerta impostergable

Sin embargo, uno de los temas más complejos es la tasa de suicidios entre los adolescentes ya que se mantiene como la tercera causa de muerte en jóvenes entre los 15 y 17 años.

Lewis aboga por la construcción de modelos novedosos para garantizar los derechos de la juventud, así como la urgencia de transformar políticas públicas universales y complementarlas con iniciativas focalizadas en las poblaciones más vulnerables.

Algunos de los proyectos que la Unicef ha impulsado, con resultados positivos, incluyen “música para la niñez”, el cual ayuda a los participantes en el proceso cognitivo y la inclusión social.

Otro modelo que busca empoderar a los jóvenes es el de los Centros Cívicos Sin Paredes para la generación de conocimientos afines a temas del desarrollo social.