Mariana Mena
El imponente volcán Rincón de la Vieja mantiene sus constantes erupciones. Este martes a las 2:59 a.m. registró una más que pasó los 3.000 metros de altura.
“La señal de infrasonido indica que no fue tan energética, sin embargo, la columna se levantó hasta una altura de 3.000 m sobre el cráter. No hay reportes de lahares”, señaló el Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori).
Los expertos mantienen una estricta vigilancia en la zona, debido a que el macizo está en una fase muy activa.
Solamente en mayo, el dato oficial del Ovsicori indica que el Rincón de la Vieja realizó 58 erupciones. De ellas, siete fueron moderadas.
De ahí que el nivel de alerta subió de advertencia a prevención. Sin embargo, destacan que las erupciones están en el rango normal, desde 2011.
“Desde noviembre se observó un incremento en muchos parámetros, como la deformación más rápida del edificio volcánico, pero es una actividad similar a la que se venía registrando”, señaló Javier Pacheco, experto del Ovsicori.
“Se midió el contenido magmático de los elementos arrojados por el volcán y se determinó que solo un 5% es por la interacción del magma con el sistema hidrotermal”, enfatizó.
A manera de ejemplo, indicó que en mayo del 2017, se registró la erupción más grande y el contenido magmático más alto con un 40%.
“Asimismo las erupciones se dan por gases magmáticos que suben a la superficie y se combinan con el sistema hidrotermal. Es el mismo comportamiento de los últimos 6 años”, afirmó Pacheco.
Los expertos también señalaron que en caso de cambios significativos, cuentan con los instrumentos para medir e informar a la población de erupciones mayores.
Además, descartaron que una mayor actividad de este volcán influya en que otros volcanes de Costa Rica también se activen.
Actualmente, los expertos mantienen en vigilancia el volcán Poás y el Turrialba.
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Prevención
Desde la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), se trabaja en una serie de estrategias para salvaguardar a la población aledaña y minimizar riesgos.
“Luego de una erupción, los lahares transportan lodo, troncos calientes y sedimentos del lago cratérico hacia los ríos, que representan una amenaza para las personas que podrían encontrarse cerca de los cauces”, alertó Alejandro Picado presidente de la CNE.
Ante esto, se llama a los vecinos y turistas a mantener la prevención y no acercarse a los ríos que están en la zona norte del volcán y hacia Upala después de las erupciones.
Los ríos que están en alerta son: río Azul, Azufrada, quebrada Sanjonuta y río Pénjamo.
También hacen el llamado vehemente a la población para que eviten ascensos ilegales al sector del cráter, que es donde está el mayor riesgo.
“Tras las erupciones vemos que la afectación es un rango menor a los 2 kilómetros alrededor del parque, por esa razón no se ha cerrado al turismo”, aclaró Lidier Esquivel de la CNE.
“No hay afectación para los humanos y animales como caída de ceniza”, insistió.
por esta razón, el parque nacional Rincón de la Vieja mantiene habilitada la visitación en zonas con una distancia de hasta 5 kilómetros del macizo.
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