Juan Pablo Arias
La crisis generada por la pandemia de por covid-19 podría provocar un retroceso en logros socieconómicos de Costa Rica. Pese a ello, el país ha logrado implementar políticas que evitaron un impacto mayor.
Esta es una de las conclusiones del informe Perspectivas Económicas de América Latina 2021, el cual fue elaborado por el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Unión Europea, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
El estudio explicó que, a pesar de los grandes esfuerzos por mitigar los impactos del covid‑19, Costa Rica se ha visto muy afectada por la pandemia, en particular su sector turístico.
En 2020, la tasa de pobreza aumentó más de dos puntos porcentuales con respecto a 2019 y la pobreza extrema, un punto porcentual, de acuerdo con las últimas estimaciones internacionales comparables.
La población total en hogares informales en el quintil más bajo de ingresos era del 75,6%, un porcentaje ligeramente inferior al de la región de América Latina y el Caribe (78,%).
Sebastián Nieto y Ragnheiður Elín Árnadóttir, representantes del Centro de Desarrollo de OCDE, y el ministro de Comercio Exterior, Andrés Valenciano, explicaron que a pesar impacto sin precedentes de la pandemia en los indicadores de Costa Rica, el país ha logrado implementar políticas que evitaron un golpe mayor. (Josué Alvarado/El Observador)
Entre marzo de 2020 y mayo de 2021 las escuelas estuvieron totalmente cerradas durante 39 semanas, frente a 26 semanas en la región de Latinoamérica y 15 semanas en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Además, el aprendizaje en línea efectivo solo estaba presente en el 20% de las escuelas.
Costa Rica entró en la pandemia con un gasto público relativamente más alto en atención sanitaria (7,5% del PIB) en comparación con Latinoamérica (6,8%).
De acuerdo con los datos de Gallup, el 64,8% de las personas estaban satisfechas con la atención sanitaria pública en 2020, ocho puntos porcentuales menos que en 2009. Este porcentaje es superior al de la región (48,2%), pero inferior al de la OCDE (70,7%).
La percepción de corrupción en el gobierno aumentó más de seis puntos porcentuales en el último decenio, alcanzando el 85,1% en 2020. Este resultado es superior al de América Latina (72,4%) y la OCDE (58,8%).
Esfuerzos del país
El informe reconoce que Costa Rica ha realizado esfuerzos considerables para hacer frente a la crisis del covid‑19 y ayudar a proteger a los hogares, los trabajadores y las empresas más vulnerables.
Con respecto a los hogares, se resaltó que el país proporcionó alimentos y atención domiciliaria para ayudar a los más vulnerables, incluidas las familias y los ancianos más afectados.
En cuanto a los trabajadores, el informe destacó que Costa Rica puso en marcha el programa de transferencias monetarias directas (Bono Proteger) para ofrecer alivio económico temporal a los trabajadores formales e informales cuyos ingresos se vieron afectados por la crisis.
También que el gobierno aplicó un régimen de retención del empleo a corto plazo para las empresas que declararon pérdidas de ingresos anualizadas y prorrogó las moratorias fiscales para las empresas, en particular en el sector del turismo.
Objetivos para Costa Rica
La OCDE resaltó que los objetivos de Costa Rica a mediano y largo plazo son impulsar el crecimiento económico y mejorar la distribución de ingresos, manteniendo al mismo tiempo su plan de cero emisiones netas para 2050.
Asimismo, destacó una estrategia territorial productiva que incluye acciones para acelerar la trayectoria de desarrollo del país, crear empleo y eliminar las desigualdades sociales existentes.
“Los proyectos de cooperación internacional de Costa Rica dentro y fuera de la región dan prioridad a la cooperación financiera para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, impulsando al mismo tiempo su trayectoria de desarrollo a largo plazo”, citó el informe.
Subrayó que dentro de la región, Costa Rica ha participado durante la pandemia en programas de cooperación en materia de asistencia financiera para responder a la crisis.
Además, la participación en plataformas del Banco Interamericano de Desarrollo que buscan fomentar la transparencia y la rendición de cuentas del gasto público asociado a las medidas políticas contra el covid‑19.
