Tomás Gómez
Costa Rica recibió esta semana una misión conjunta de Bélgica y Países Bajos para revisar la estrategia de combate a los envíos de droga hacia los puertos de esos países europeos. Por años, esos lugares han sido la puerta de entrada, sobre todo, de cargamentos de cocaína que salían del Caribe costarricense.
El Alcalde de la ciudad de Róterdam, Ahmed Aboutaleb, y la comisaria Nacional Antidrogas de Bélgica, Ine Van Wymersch, encabezaron la delegación.
Mediante una visita a la Terminal de Contenedores de Moín, los funcionarios vieron las estrategias y adelantaron algunos planes de cooperación.
Por ejemplo, se suscribió un plan de acción entre Costa Rica y Bélgica, centrado en el intercambio de información de inteligencia.
Este acuerdo funcionará a través del Centro Integrado de Identificación de Objetivos (CIIO), del Ministerio de Seguridad Pública. Este permitirá el intercambio de imágenes e información de interés policial a las autoridades europeas; como parte del trabajo articulado en contra de la criminalidad organizada.
“En virtud de la relevancia de estos puertos para Costa Rica, su papel como aliados en la lucha contra el problema mundial de las drogas y el crimen organizado transnacional cobra aún más importancia. Nos enorgullece recibirlos y trabajar juntos en la construcción de un futuro más próspero y sostenible para nuestras comunidades”, indicó el Canciller, Arnoldo André.
“La cooperación internacional es clave para atacar al crimen organizado. En los últimos años, utilizó las terminales portuarias de estos países para el tráfico de drogas”, sumó el Ministro de Seguridad, Mario Zamora.
El presidente, Rodrigo Chaves, se refirió a la visita este miércoles en conferencia. Afirmó que el objetivo era conocer sobre la operación llamada “Soberanía”, que implica el uso de escáneres para revisión de la mercadería que entra y sale de Costa Rica,
