Paula Ruiz
Un aumento que oscila entre el 3% y 5% tendrían que pagar los usuarios de autobús en Costa Rica, cuando se determine la próxima fijación tarifaria en agosto.
Esa es la estimación de la Cámara Nacional de Transportes (Canatrans) sobre la fijación con base en el modelo extraordinario que determina la tarifa de cada seis meses.
Silvia Bolaños, Directora Ejecutiva de la Cámara, explicó que en esta fijación se incorporan otras variables como costo de vida, aumento en el precio, variaciones por el dólar así como insumos.
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Bolaños explicó que esa fijación tarifaria es producto de una metodología que incorpora los números de las variables para lograr un resultado. De esta manera es que el aumento podría estar entre los porcentajes indicados.
A finales de junio, se registró el más reciente incremento tarifario que implicó alzas entre ¢15 y ¢605 producto de la fijación de mayo.
Bolaños explicó que se reconoció el costo del litro de combustible en ¢751 por lo cual, este aumento se debió exclusivamente a la variable de gasolina debido a los incrementos que tuvo, principalmente por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Subsidio tarifario
El Gobierno indicó desde mayo que una de las medidas para compensar el aumento en el precio de los combustibles sería la utilización de un préstamo por $200 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para subsidiar las tarifas de autobús.
El pasado 3 de junio, el BCIE avaló el otorgamiento del crédito que debería de ser autorizado por el Congreso.
Bolaños señaló que se conformó una Comisión a cargo del Ministerio de Hacienda desde donde emitirán un informe en los próximos días para determinar la factibilidad o no del subsidio.
“Si queremos minimizar el impacto en las tarifas del usuario, necesariamente vamos a tener que hablar de subsidios”, advirtió.
La vocera de Canatrans amplió con que el subsidio debe de ser una determinación del Gobierno.
“No es un subsidio al operador, sino al servicio para que el usuario con una fijación tarifaria tiene un aumento de ¢150 en su ruta, no tenga que pagar esos ¢ 150 y el Estado asuma ese incremento”, justificó.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda dijo con anterioridad que la idea es crear un mecanismo para generar un impago que se estaría haciendo en función del número de pasajeros transportados.
Acosta señaló que la diferencia tarifaria debería de ir directo a las empresas y no a las personas porque “no necesariamente podemos trasladarlo directamente a ellos”.
El BCIE está abierto al mecanismo que el país decida para utilizar estos recursos destinados específicamente al impacto en el incremento de los combustibles.
El subsidio se daría por el incremento en el precio de los combustibles. (Archivo/ El Observador)
