Tomás Gómez
“Díscolo”, “incómodo”, “piedra en el zapato”. Esos son parte de los adjetivos con los que se señala al sacerdote Georg Gänswein, mano derecha del Papa Benedicto XVI y quien estaría muy cerca de tener en Costa Rica su nuevo destino.
En las últimas horas medios de España, Italia, Alemania y Polonia han informado que El Vaticano solicitó a San José recibirlo como Nuncio Apostólico. Esta figura es el equivalente a un embajador en las relaciones con la Santa Sede.
La primera información la publicó el portal Religión Digital el martes a primera hora.
“Salvo sorpresa mayúscula, será nombrado en las próximas semanas nuncio en Costa Rica. Según confirman fuentes eclesiásticas, la Santa Sede solicitó la pasada semana el plácet para el secretario personal de Benedicto XVI a las autoridades costarricenses”, indicaron.
Otros medios fueron confirmando la información, siempre recurriendo a fuentes dentro de el Vaticano.
La prensa española, por ejemplo, dio amplia cobertura señalando que en el fondo se trata de una estrategia para alejar a Gänswein.
“El Papa ‘exilia’ al díscolo secretario de Benedicto XVI y lo envía a 10.000 kilómetros del Vaticano”, indicó eldiario.es. “El Papa Francisco destierra al secretario de Benedicto XVI a Costa Rica”, sumó el catalán El Nacional.
¿Quién es y por qué la polémica?
Georg Gänswein nació en 1956 en el estado alemán de Baden-Württemberg. Es sacerdote desde 1984 y además tiene un doctorado en Derecho Canónico.
Creció dentro de la Iglesia Católica a la sombra de Joseph Ratzinger, a la postre papa Benedicto XVI. Trabajó con él en la Congregación para la Doctrina de la Fe y en el 2003 se le designó oficialmente como su asistente.
En el 2012 ascendió a Prefecto de la Casa Pontificia, clave en la organización de la vida cotidiana en el Vaticano.
Con la renuncia de Benedicto XVI y la asunción del Papa Francisco -que implicó un claro cambio en el estilo de la Iglesia-, comenzaron las polémicas con Gänswein.
Estas llegaron a su punto máximo con la muerte del Papa emérito el 31 de diciembre pasado. A los pocos días del hecho, trascendió que Gänswein publicaría sus memorias, las cuales critican con dureza al actual pontífice.
Además, dado el fallecimiento de su superior, estaba pendiente que se fijara cuál sería su destino dentro de la Iglesia. Se mencionó la posibilidad de que regresara a Alemania, que se concentrara en una universidad o que fuera como Nuncio, siendo esta última teoría la que más fuerza está tomando.
Costa Rica para la Iglesia Católica
Uno de los aspectos destacados por las publicaciones internacionales fue el hecho de que se eligiera a Costa Rica como destino.
En general, coinciden en que se trata de una ubicación tranquila e incluso de descanso.
Eso sí, advierten que la Iglesia Católica pasa a nivel local por eventos complicados por las denuncias en los últimos años de abusos sexuales de sacerdotes.
“En lo eclesiástico, sin embargo, la Iglesia del país se encuentra azotada por los escándalos sexuales”, puntualiza eldiario.es.
Largo trámite por un nuncio
Al trascender el posible nombramiento de Georg Gänswein en Costa Rica, las fuentes han señalado que el envío se materializaría en “algunas semanas”.
Las publicaciones indican que ya se pidió la aprobación al Ministerio de Relaciones Exteriores. El Observador consultó con la institución sobre si al menos ya había ingresado la solicitud pero no hubo respuesta.
No obstante, este tipo de trámites se manejan con extrema discreción, según la costumbre diplomática.
El diplomático retirado, Javier Sancho, explicó que la solicitud de beneplácito llega a la Casa Amarilla y le toca a las más altas autoridades determinar si se acepta o no. Aunque no hay plazo, la práctica establece que en cerca de un mes debe haber respuesta y si no, el Estado enviante debe poner otro candidato.
Fernando Sánchez, exembajador de Costa Rica en la Santa Sede, resaltó por su parte que de momento no hay información oficial, y que lo que circulan son rumores, que posiblemente sean falsos. Agregó que dentro de la Iglesia hay bandos abiertos que han generado ese tipo de informaciones que podrían reforzar las tesis de conflictos o desencuentros.
“El Vaticano en esto, como en todo, es muy serio”, apuntó.
Eso sí, detalló que el actual representante está próximo a jubilarse, lo que abriría las puertas a un cambio.
“Tenemos un Nuncio nombrado que es Monseñor Bruno Musaró, que es una extraordinaria persona, un profesional de primerísima. Pero también está ya por jubilarse, está ya en su última misión diplomática. Eventualmente vendrá algún cambio que lamentamos mucho porque realmente ha sido un Nuncio Extraordinario”, puntualizó.
