Hermes Solano
Carlos Alvarado reiteró este jueves que no desea recibir la pensión que le corresponde como Expresidente de la República.
“Nadie puede obligarme, arguyan lo que arguyan, a recibir una plata que no quiero recibir”, expresó en un derecho de respuesta enviado a este medio, tras conocerse que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tramita de oficio su pensión.
Pese a su negativa, el trámite sigue su curso, pues se trata de un derecho irrenunciable, protegido por la Constitución Política.
“Lo que sí pueden hacer es donar ese dinero”, explicó el abogado constitucionalista y exmagistrado, Fabián Volio.
“En mi opinión son dos cosas diferentes, definidas por ley. El presidente no puede modificar esa regla, pero (la pensión) sí puede donarla, que es lo que hizo don Óscar Arias”, recordó Volio, en relación a la decisión que tomó Arias durante su segundo mandato (2006-2010).
“Hay una gran diferencia entre renunciar, extinguir o cancelar un derecho del que uno es titular y no percibir personalmente los fondos”, añadió.
Según Volio, lo que pudo, o puede, hacer Alvarado es recibir los recursos que le corresponden y donarlos.
El también abogado, Eric Briones, experto en legislación laboral, había dicho meses atrás a El Observador que la renuncia no es reconocida por el ordenamiento jurídico costarricense.
“Según la Constitución Política los derechos laborales y lo que tiene que ver con seguridad social, osea estamos hablando de pensiones, son irrenunciables”, mencionó en aquel momento.
De acuerdo a su explicación, los artículos 73 y 74 de la Constitución Política impiden desde 1949, ejecutar acciones como la pretendida por el mandatario Alvarado.
La Sala Constitucional reafirmó la regulación en 1990 y el 2006.
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Sin edad mínima
Los expresidentes tienen derecho a recibir la pensión, que ronda los ¢3,9 millones una vez terminen su período de cuatro años.
No existe una edad mínima para recibirla. Por ello es que Alvarado, con 42 años tiene derecho a percibir el dinero.
Lo mismo pasó con Rafael Ángel Calderón, quien dejó el poder con 45 años y José María Figueres, que lo hizo con 43 años.
El Observador consultó a la Dirección Nacional de Pensiones sobre los montos actualizados que reciben los mandatarios; sin embargo, al cierre de la nota, no había respondido.
A la fecha son siete expresidentes, dos ex primeras damas y una hija de exmandatario quienes reciben la pensión.
En el caso de exmandatarios se trata de Óscar Arias, Rafael Ángel Calderón, José María Figueres, Miguel Ángel Rodríguez, Abel Pacheco, Laura Chinchilla y Luis Guillermo Solís.
También lo reciben las ex primeras damas Karen Olsen y Marita Camacho, así como la hija de Otilio Ulate, María Ulate Rojas.
Para 2020 el pago mensual de esas pensiones sumaba unos ¢37 millones mensuales.
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Eliminarlo
Rodrigo Chaves, consultado el miércoles sobre si iba a renunciar a su pensión, dijo que su objetivo es eliminar esa ley en los 45 meses que le quedan de gestión.
Afirma que él ya tiene una pensión que se ganó con el Banco Mundial y no le interesa tener otra.
Quitar esa pensión se debe de hacer mediante un proyecto de ley, aprobado en la Asamblea Legislativa y según Fabián Volio, solo requiere de una mayoría simple para ser aprobado.
En la corriente legislativa hay dos proyectos de ley sobre el tema. Uno es el 21.345 “Ley de Reforma para la equidad, eficiencia y sostenibilidad de los regímenes de pensiones”.
Fue introducido por Víctor Morales y desde 2019 quedó dictaminado y listo para verse en Plenario.
También está el proyecto 21.664 “Ley para eliminar las pensiones de expresidentes de la República”, que se introdujo a finales de 2019, iniciativa del exdiputado fallecido Rodolfo Peña.
