Tomás Gómez
El Sindicato de Controladores Aéreos confirmó que el sábado fue necesaria la aplicación de protocolos de seguridad por el alto tránsito en el Aeropuerto Juan Santamaría, llegando incluso a imponer pausas en el despegue y aterrizaje de aeronaves.
La intervención principal se dio entre 1:13 y la 1:33 de la tarde, llegándose a repetir durante la tarde.
Pedro Parada, presidente del gremio, detalló a El Observador que las medidas internacionales imponen ese tipo de medidas para salvaguardar la seguridad de operaciones.
En términos generales, resumió, el control se basa en los principios de seguridad, orden y fluidez. En caso de ser necesario, ese tercer pilar puede ser adaptado tal y como ocurrió en el aeródromo de Alajuela.
“Existen procedimientos internacionalmente hablando que dicen qué separación tiene que tener un avión respecto a otro cuando va a salir; según sea la envergadura del avión, la estela turbulenta que genera e incluso la ruta”, detalló el experto.
Para entender este tema, recalcó en que hay que tomar en cuenta las proporciones de los aviones. Si bien en algunas imágenes las aeronaves se ven separadas, se trata de espacios amplios que cada una requiere por temas de física y seguridad.
A ello hay que sumar dos variantes más.
La primera es que además del colapso en tierra hay que sumar los aviones que permanecen en el aire. Estos son principalmente los que llegando al país tienen que hacer maniobras en el aire a la espera de que hayan campos disponibles para aterrizar.
La segunda es que los aeropuertos tienen la recomendación de no llegar a su capacidad máxima de operaciones. La sugerencia es de siempre dejar al menos el 20% de disponibilidad por si se presentaran emergencias.
“Hay que salvaguardar la vida de esas personas. En un avión no van chayotes y tomates, va un padre de familia, una madre, un hermano, personas. Nosotros no podemos exponer la seguridad con tal de que aterricen, salgan aviones por donde quiera y a cada momento”,
“Todo está escrito, entonces un día cómo hoy, colapsó”,
20 minutos que representan una catástrofe
Parada reitera que la situación de alto tránsito ya se ha venido notando, entre el aumento del turismo y los vuelos privados.
Eso sí, alerta que el términos de aeronaútica, donde los tiempos se miden por segundos, las pausas de varios minutos pueden ser “catrastróficas”. Como ejemplos de ello se mencionan los vuelos en conexión, donde un pasajero tiene el tiempo contando para llegar a otro lugar y tomar otro vuelo a su destino final.
A ello suman los riesgos asociados de una amenaza mayor.
Retomando el tema de los aviones que deben permanecer en el aire, el representante de los controladores recordó que su permanencia en el aire también tiene un tiempo limitado.
“Estás volando tratando de aterrizar y te ponen a volar en círculos en un patrón de espera por 20 minutos más. ¿Habrán calculado bien el combustible para ver si el avión soporta estar 20 minutos más de lo que tenía que estar volando?”, acotó.
Aeropuerto habla de “normalidad” de temporada alta
Ante las denuncias en redes sociales y los llamados de atención hechos por los controladores aéreos se consultó a Aeris, empresa administradora del Aeropuerto Juan Santamaría por la situación.
No obstante, insistieron en que no había problemas.
“El Aeropuerto está operando con normalidad del flujo de temporada alta, nos informan”, sostuvieron los encargados de prensa.
Al reiterarse la consulta sobre si la interrupción del sábado en la tarde correspondía a ese escenario de alta visitación, mantuvieron que es lo habitual en este tiempo.
“Lo que nos indican es esto que se opera con normalidad”, repitó la oficina. “El flujo de cantidad de aeronaves es debido a la temporada alta”,
