Josué Alvarado
El Centro de Estudios del Negocio Financiero e Inmobiliario (Cenfi) pronostica que para los años 2022 y 2023 “deberían de darse aumentos más fuertes en los alquileres” de viviendas en Costa Rica.
Según un informe elaborado por dicho centro actualmente se registra una “presión inusual” sobre el costo de los alquileres, tanto así que rompe con la tendencia de los últimos 10 años.
Un desajuste entre el aumento en el costo de vida y el de los alquileres, el alza en el costo de la construcción y una menor oferta de viviendas para alquilar son las causas de esta mala noticia para quienes no cuentan con casa propia.
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Factor 1: Aumento real no se ha dado
Según el Cenfi aunque el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se encuentra en un valor de 10,06% (variación respecto al año anterior), el precio de los alquileres no reporta ese crecicimiento. No todavía.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) indican que el aumento en alquileres es de 2,81%.
Esta diferencia entre el aumento en el costo de vida y el de los alquileres se da todos los años. Pero nunca había sido tan alto (7,05%).
Desde el 2018 el diferencial más alto había alcanzado 1,51%.
Por eso, el Cenfi considera que durante los próximos meses la subida en los alquileres se acerque más al porcentaje de inflación que reporta el país.
“Esta magnitud de diferencial difícilmente se podría sostener y aunque no esperaríamos aumentos por el valor de todo ese diferencial, es muy predecible que los precios de los alquileres tiendan a aumentar a lo largo del año 2022, e incluso, hasta el 2023, en una parte de ese diferencial”, señala el informe.
El viernes 15 de julio entró a regir una resolución emitida por el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah), que permite ajustar el precio de los alquileres hasta en un 10,05%.
Esto quiere decir que los dueños de las casas podrán aumentar el precio en un máximo de ¢10.050 por cada ¢100.000.
Factor 2: Sube costo de vivienda
El aumento en los costos de construcción y de compra de vivienda podrían generar dos situaciones.
La primera es que los compradores de vivienda para alquilar tengan que hacerlo a precios más altos. La segunda es que, como el costo de comprar una casa sube, las familias descartan esta opción y deciden rentar.
“Provocará una mayor demanda de alquiler que causará una presión al alza en este tipo de tenencia de vivinda en el transcurso de los próximos meses”, señala el documento.
Factor 3: Sube la demanda pero ¿la oferta?
La oferta baja. Y esto, junto a una mayor demanda, se traduce en mayores precios.
La proporción de viviendas en alquiler en Costa Rica inició una reducción en el 2019 que hasta el 2021 no había detenido.
Para el primer año la proporción de viviendas en alquiler, en relación al total de casas, era de 18,7%. Un año más tarde bajó a 18,1% y el último reporte dice que es 17,5%.
Esto quiere decir que de 1.650.361 viviendas hay 288.089 en alquiler.
“El anterior panorama hace necesario buscar medidas para que las presiones de este tipo se puedan atender en el mediano plazo”, señala el informe.
Fomentar y estimular una mayor oferta de vivienda para alquilar en Costa Rica a traves de políticas públicas y financiamiento es la recomendación que hace el centro para mejorar la situación de quienes deben recurrir a esta opción.
