Marco Marín
El sindicato de Controladores Aéreos del Aeropuerto Juan Santamaría lleva a cabo una protesta este miércoles que obligó a realizar cierres de vuelos de forma manual, ya que en medio de la manifestación se desconectó la pantalla norte de la torre de control.
Los sindicalistas protestan contra un proyecto de reforma a la a Ley de Aviación Civil, Elvia vendría a modificar las funciones de los controladores aéreos.
Raquel Vargas, Directora de la Dirección General de Migración y Extranjería aseguró que todo funciona con normalidad a pesar de que la pantalla, ubicada en la torre de control, que registra los cierres de vuelo se encuentra apagada.
En apariencia, el equipo de cómputo, junto con la red, habrían sido desconectados manualmente,ya que los encargados de soporte técnico de Migración no han reportado fallas en el sistema.
Para contrarrestar el efecto, el cierre de los vuelos se ha realizado de forma manual, por medio de la emisión de un trámite conocido como Boleta de Cierre, la cual son llevadas por funcionarios de la entidad, personalmente cada 15 minutos, a la torre.
De acuerdo con Vargas, esto ha evitado atrasos en el registro de pasajeros o la salida de los vuelos programados.
El proyecto de ley 16.594, el cual data de hace más de una década, es la razón por la cual el Sindicato de Controladores Profesionales en Tránsito Aéreo (Sitecna) protesta este miércoles.
Molestia de controladores
Ante la consulta de El Observador, Ronald Vega, presidente de Sitecna, explicó que se manifiestan contra la modificación de tres artículos, en la Ley de Aviación Civil, propuestos por el proyecto de ley 16.594.
De acuerdo con Vega, esta reforma asignaría funciones impropias a los controladores aéreos, además de impulsar una duplicidad de funciones con la Policía de Migración.
Vega explicó que se manifiestan este miércoles, a pesar de la antigüedad del expediente, porque desde el año pasado han tratado de llamar la atención de los diputados para cambiar la redacción del texto antes de que sea aprobado.
“Nos multa a nosotros con $10.000 y con un proceso de falta grave en caso de que un pasajero salga con un incumplimiento migratorio, y eso en ninguna parte del mundo se da. Los controladores aéreos no tienen que ver con aspectos migratorios”, explicó Vega.
Añadió que, desde el 2007 la Dirección General de Aviación Civil envió un oficio a la Asamblea Legislativa en la que se manifiesta en contra de la redacción de algunas partes del texto presente en el expediente.
Marco Marín
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