Juan Pablo Arias
La disminución de la nota mínima requerida para aprobar el examen teórico de manejo es una de las causas más relevantes de la creciente demanda por las pruebas prácticas y repercute sobre el tiempo de espera para realizarlas, que en este momento es de 11 meses.
Fue el 17 de octubre de 2022 cuando el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) informó sobre el cambio en la nota mínima para aprobar el examen, la cual bajó de 80 a 70.
Con la modificación se buscaba equiparar los requisitos evaluativos entre quienes realizaban la prueba con el Ministerio de Educación Pública (MEP), que aprobaban con 70, y aquellos que lo hacían a través de la Dirección General de Educación Vial del MOPT, que debían obtener un 80.
Como consecuencia inesperada, una nota de aprobación más baja provoca un incremento en las solicitudes de pruebas prácticas de manejo, a tal punto que ya sobrepasa la capacidad de respuesta de la Dirección General de Educación Vial.
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Un filtro menos exigente
Un primer filtro menos exigente en las pruebas de manejo (el examen teórico) está repercutiendo sobre el segundo filtro (el examen práctico).
En los meses previos al cambio de la nota mínima, el porcentaje de aprobación del examen teórico rondaba el 40%, es decir, lo ganaban 4 de cada 10 personas.
Posterior a octubre de 2022, la proporción aumentó a 7 de cada 10 y se ha mantenido en valores cercanos, de acuerdo con datos provistos por la Dirección General de Educación Vial, a solicitud de El Observador.
De la mano con el incremento en el número aprobado de exámenes teóricos viene un aumento en la demanda por citas de examen práctico.
“Cuando un usuario realiza la prueba teórica -y la gana- inmediatamente puede optar hasta por tres tipo de prueba prácticas: la de motocicleta, la B1 (vehículo liviano) y la de equipo especial. Eso quiere decir que con solo un usuario que gane la teórica, podría solicitar tres citas”, comentó Gary Jiménez, asesor de la Dirección de Educación Vial.
A ello se deben sumar otros factores, como un incremento en la población entre los 18 y 25 años y un rezago de personas que han reprobado la prueba en ocasiones anteriores y buscan repetirla.
Sobre el tiempo de espera también pesan factores estacionales, como los meses de diciembre y enero de cada año, cuando se reducen los días hábiles para realizar pruebas.
“Al hacerse modificaciones en la prueba teórica se dio como un ‘boomerang’. Las personas dijeron ‘aprovechemos que la nota se bajó a 70 y que reformularon las preguntas y empecemos a hacer la prueba teórica’ y se vino un montón de gente”, comentó Jiménez.
A modo de anécdota relató el caso reciente de una familia de seis personas que aplicaron al mismo tiempo el examen teórico y lo ganaron.
Un filtro debilitado
El segundo filtro en las pruebas de manejo recibe una demanda que sobrepasa su debilitada estructura.
Según la Dirección General de Educación Vial, el personal dedicado a esta etapa ha ido reduciéndose en el transcurso de los últimos años: el número de evaluadores pasó de 40 en el 2017 a 32 este año. Y pronto serán 30, porque dos de ellos se acogerán a la pensión.
Cada uno atiende hasta 14 pruebas por día en una jornada de 8 horas y hasta 20 cuando las jornadas incluyen horas extra. Con ese personal se debe atender las 13 sedes.
Según Jiménez, se requerirían al menos 72 plazas de evaluadores para hacer frente a la demanda actual.
El número de evaluadores se ha reducido en los últimos años. (Alonso Solano/El Observador)
El funcionario alega que además de que hubo una eliminación de plazas, por la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, también se han dado recortes presupuestarios que impiden aumentar las jornadas con horas extras.
Otro de los problemas que enfrentan es que las nuevas contrataciones deben hacerse por un salario que resulta poco atractivo para el perfil académico que se les exigiría: Licenciatura en las carreras de Administración o Educación con énfasis en Educación Vial.
“Entonces tengo el gran problema que, a pesar de que hay una gran lista de oferentes, ninguno lo está aceptando”, indicó Jiménez.
A estas carencias se debe sumar un sistema de otorgamiento de citas que presuntamente ha sido vulnerado y al cual se le realiza una auditoría forense. Como remedio temporal, a partir del lunes 1 de mayo las citas solo se otorgarán a solicitantes que estén inscritos formalmente ante el Consejo de Seguridad Vial.
