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Rompiendo mitos y construyendo hábitos: un nuevo y dulce enfoque para el 2024

Podemos convertir la meta alimenticia de este año en la elección de una ingesta equilibrada, lo cual resulta más fácil de mantener.

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Rompiendo mitos y construyendo hábitos: un nuevo y dulce enfoque para el 2024
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Cristina Bazo para El Observador

Normalmente muchas personas incluyen en sus metas de inicio de año “bajar de peso” o “llegar a la talla ideal”.

Sin embargo, más que conseguir un número, la recomendación es construir un hábito saludable y sostenible.

Ahí está el verdadero reto, pero también la recompensa más gratificante, porque veremos los resultados reflejados en nuestra salud, apariencia y estilo de vida.

Privarse de lo que nos gusta no es una solución duradera

Para adoptar un nuevo hábito es crucial repetir la misma acción hasta que se vuelva más natural. Lograrlo implica establecer metas realistas y comprometerse con acciones sostenibles a largo plazo.

En este inicio de año, muchos optan por eliminar ciertos alimentos considerados “malos”, pero privarse de lo que nos gusta no es una solución duradera.

En cambio, elegir un enfoque de alimentación equilibrada resulta más efectivo y beneficioso.

No categoricemos un alimento como “bueno” o “malo”, eliminarlo, especialmente si nos gusta, puede llevarnos a abandonar el proceso, desanimándonos por hacerlo insostenible en el tiempo.

El azúcar

Un ejemplo común es el azúcar: a menudo es excluido en busca de resultados más rápidos. Sin embargo, su consumo balanceado es posible como parte de una dieta equilibrada.

Sabemos que el azúcar es fuente de energía para nuestros órganos, en especial en torno al desarrollo de actividad física, y para nuestro cerebro, aportando glucosa. Cerca del 20% de la energía que este necesita.

Por supuesto que no podemos olvidar el sabor dulce inigualable que aporta a los alimentos.

El azúcar ha formado parte de la alimentación desde hace muchos años, por lo que su exclusión es poco sostenible desde la perspectiva cultural también.

¿Por qué renunciar a algo que podemos saborear de manera balanceada? Según las Guías Alimentarias del Ministerio de Salud de Costa Rica, en una persona sana, una ingesta de 6 cucharaditas de azúcar se considera balanceada dentro de una dieta de 2.000 calorías diarias.

Podemos convertir la meta alimenticia de este año en la elección de una ingesta equilibrada, lo cual resulta más fácil de mantener.

Este hábito no solo contribuye a nuestra salud, sino que también sirve como base para desarrollar o mejorar otros aspectos de nuestro estilo de vida.

Por ejemplo, al comprometernos a consumir azúcar de manera balanceada podemos cambiar nuestra perspectiva sobre la comida.

Así dejamos de sentir remordimientos y transformando este ingrediente en una fuente positiva de energía para una vida más activa.

Es completamente viable disfrutar del café o de un postre que nos gusta, siempre y cuando lo hagamos de manera equilibrada y responsable.

Este enfoque incluso puede impulsar la adopción de otras prácticas saludables, como la incorporación de la actividad física en nuestra rutina diaria.

Pequeños pasos, pero constantes

Comencemos con pequeños pasos, como caminar 30 minutos cinco veces a la semana, una recomendación de la Organización Mundial de la Salud.

Esas cucharaditas de azúcar que le agregamos al café pueden servirnos de motor antes de ejercitarnos y ayudarnos en la recuperación muscular al combinarse con fuentes de proteína.

Así podemos desarrollar el hábito de movernos, sin tener que dejar algo que nos gusta y aprovechar los beneficios de una dieta balanceada.

Al reflexionar sobre nuestras metas para el 2024 prioricemos nuestra salud física y emocional. El objetivo fundamental es buscar nuestro bienestar, construyendo activamente una versión más saludable de nosotros mismos.

El placer dulce del azúcar puede formar parte de nuestro estilo de vida equilibrado.. No nos privemos de disfrutar una vida plena.

Durante este proceso nos podemos apoyar de expertos en nutrición. La construcción de estas bases nos ayudará no solo durante el 2024, sino en nuestro futuro en general.

Cristina Bazo nutricionista