Tomás Gómez
El presidente Carlos Alvarado da por cerrada la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y deja en manos del siguiente gobierno un eventual ajuste.
Consultado al respecto, el mandatario fue claro en que se quedarían con los proyectos ya presentados.
Además, indicó que si alguien quiere renegociar el plan tiene que ganar una elección.
Empleo Público como primer paso
Los $1.750 millones negociados con el FMI dependen de nuevas leyes y ajustes que deben aprobar los diputados.
Para ello hay ocho proyectos en trámite, de los cuales el más avanzado es Empleo Público. Dado que la Sala IV no encontró errores vinculantes y el debate podrá seguir, Alvarado pidió convertir el plan en Ley de la República.
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“Hay que conversar con las diferentes fracciones cual va a ser la ruta, nuestra evaluación es con lo que tenemos ahora es absolutamente viable votar lo que se tiene porque no hay vicios de procedimiento”, señaló.
Según agregó, si prevalece la interpretación de excluir al Poder Judicial de la reforma, el paquete podría ya votarse sin necesidad de mayorías calificadas.
Cada uno a su ritmo
Los diferentes proyectos para el FMI están desperdigados entre las comisiones de Jurídicos, Hacendarios y Económicos.
La posibilidad de hacer una comisión especial quedó descartada y, pese a que el Gobierno dominó la agenda legislativa por 8 meses, no logró avanzar la tramitación individual de las normas.
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Esta misma semana la presidenta legislativa Silvia Hernández fustigó al Ejecutivo por no dar sentido de urgencia a los proyectos.
“Al asumir la presidencia el 1° de mayo puse sobre la mesa por qué el Gobierno escogió un camino que no hace honor a lo que se dice con lo que se hace. Se habla de urgencia, de necesidad, estos proyectos se dispersaron por tres comisiones distintas”, dijo.
Los avances en Empleo Público, el proyecto más avanzado del paquete FMI, dependen de la Sala IV, que deberá redactar la sentencia completa para que los diputados puedan retomar el debate (Archivo/El Observador)
