Josué Alvarado
Durante los últimos años Costa Rica ha enfocado la lucha contra el contaminante dióxido de carbono (CO2) en los carros eléctricos.
Tanto es así que la intención de cambiar la flotilla vehicular de combustión a eléctrica está en el Plan Nacional de Descarbonización, una política de Estado. Incluso, estos vehículos están exentos del pago parcial o total de algunos impuestos.
Javier Quirós, de Grupo Purdy, considera que los carros eléctricos son una opción más. Sin embargo hace un llamado a girar las políticas del país, pues el foco no debería estar únicamente sobre esta tecnología.
En una entrevista con El Observador explicó que la tendencia para proteger el ambiente ha provocado que las familias opten por este tipo de vehículos.
Sin embargo, cree que no se están tomando en cuenta factores como la contaminación que se generó durante la construcción de la batería del carro eléctrico, o bien, qué pasará con esa batería cuando deje de funcionar.
“Hoy en día no existe una tecnología ni eléctrica de batería ni eléctrica híbrida que no contamine”, comentó.
“Desde que producís una batería (eléctrica) estás contaminando muchísimo. Son producidas en China y su reciclaje es muy cuestionable.
“Para hacer una batería de un carro eléctrico se necesitan 62 kilos de litio y se contaminan un millón cincuenta mil litro de agua por cada kilo de litio que se saque”, añadió.
Además, todavía no existe en Costa Rica, según Quirós, un lugar especializado en tratar adecuadamente las baterías que ya no sirven.
Por ahora, podrían estar terminando en lotes baldíos o lugares inadecuados donde podrían provocar contaminación del suelo y del agua.
Para Quirós Costa Rica no debe fomentar el uso de una tecnología en específico, como ocurre con la exoneración a los carros eléctricos.
Más bien debe abrirse a todos los cambios que están ocurriendo en el mundo, recibir todas las novedades y escoger entre ellas las menos contaminantes.
Esto llevaría al país a analizar las opciones que ofrece el mercado mundial: 100% eléctricos, de combustión (incluyendo las nuevas opciones que generan menos CO2), o híbridos. Así se aprovecharían todos los recursos que da lo que él llama la “época de la electrificación”.
Fracasa Noruega, líder en la industria limpia
Quirós mencionó el ejemplo de Noruega, que recientemente “cambió su norte”. Narra que en este país se impulsaron premios similares para quienes usaran carros eléctricos. Esto llevó a que un porcentaje de la población usara este tipo de tecnología.
“En 25 años que tienen de estar promoviendo esto la factura petrolera no ha bajado”, comentó. Esto en Noruega se vio como un fracaso, pues no era en los carros particulares donde estaba el problema que se quería solucionar.
“Ahora le pusieron otra vez impuestos a los carros eléctricos y van por otro lado”, dijo. Según Quirós la industria, el transporte público, las máquinas pesadas, cabezales y barcos representan el mayor consumo de combustible y la mayor producción de CO2, por lo que ahí debería de enfocarse la política pública.
Por ahora, según Quirós el camino que debe tomar Costa Rica es recibir todas las tecnologías en igualdad de condiciones e ir decidiendo cuáles son las más favorables.
Dice que escoger un carro eléctrico porque se está “salvando el Planeta” es un error en el que se podría caer por falta de información.
Diferente es si la escogencia se basa en gustos, si no quiere estar cargando combustible, si quiere reducir el pago por la recarga o porque le parece más cómodo o atractivo.
Hidrógeno: “Hoy es el futuro”
Al largo plazo, la principal herramienta en la lucha contra el CO2 es el hidrógeno, según Quirós.
Esta tecnología no genera gases contaminantes. Se utiliza el agua como recurso principal. A través de distintos procesos se separan los elementos que la componen (hidrógeno y oxígeno).
El hidrógeno se usa para producir energía que mueve el carro y después vuelve a entrar en contacto con el ambiente (y con el oxígeno) por lo que se vuelve a convertir en agua.
A pesar de que ya hay vehículos que se mueven con esta tecnología las investigaciones están en curso. Se necesitan tanques muy grandes para poder almacenarlo, a diferencia de los tanques de gasolina o las baterías de litio.
Por ejemplo, en Europa hay buses y trenes que lo usan porque pueden andar grandes tanques con hidrógeno.
Pero Quirós considera que esta tecnología también se debe enfocar en las principales fuentes de contaminación (como la industria y los barcos) y no en los carros particulares, pues el impacto positivo para el medioambiente podría ser menor.
Considera que el Plan de Descarbonización (que nació durante la administración de Carlos Alvarado como la estrategia para luchar contra la contaminación) es un “cuentazo” y las metas planteadas no se lograrán.
De hecho, cuestiona cuál es la política del país para atender otros problemas que se están generando como la posible contaminación de suelos y agua por las baterías de litio.
Quirós preparará una carta que enviará a la Asamblea Legislativa alertando sobre esta situación para que se tomen acciones que eviten un daño ambiental mayor en años venideros.
