Tomás Gómez
El Juzgado Penal de Cartago dictó seis meses más de prisión preventiva a un hombre de apellido Casasola, único sospecho del rapto de la bebé Keibril García Amador en abril pasado.
Así, la prisión preventiva seguirá activa al menos hasta el 10 de abril del 2024.
Los hechos se dieron en 2023, cuando la bebé (en ese entonces de 9 meses) fue arrebata de los brazos de su mamá (también menor de edad), que andaba vendiendo números para una rifa en Paraíso de Cartago.
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El imputado era pareja de la abuela de la niña. Se le había convocado a realizarle pruebas de ADN para verificar si la niña era suya.
Aunque las autoridades realizaron barridos completos en la zona por varias semanas no hubo resultados y el paradero de la niña sigue siendo un misterio.
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Incluso en junio se habían reactivado los procesos de revisión tras recibir información confidencial y localizar unas fosas, pero sin resultado positivo.
El caso de la bebé y el hecho de su madre tuviera apenas 12 años al momento del embarazo generaron una ola de cuestionamientos también contra las autoridades que debían haber atendido la situación. Ello abarcó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la Fiscalía y sobre todo el Patronato Nacional de la Infancia (PANI). Todos estos entes fueron condenados por la Sala IV, que detectó una serie de errores que violaron los Derechos Humanos de las víctimas.
El PANI despidió a 2 funcionarios y sancionó a 4 más por los errores en el caso de Keibril y su mamá.
