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Popcorn506 para El Observador
Esta semana para variar un poco les traemos una recomendación. La encuentran en Amazon Prime y estuvo también en salas de cine. Algunos de ustedes la habrán visto, pero para muchos es una película que paso desapercibida y, la verdad, es que vale el boleto al 100%
El género bélico es uno de los que más ha predominado en distintas épocas. De hecho, por su carácter épico y heroico, ya algunas de las primeras películas filmadas se situaban en escenarios de guerra.
Eran –y son– temas que gustan al público y que inspiran acciones de solidaridad, de nobleza, de compasión, de bondad. Sí, esa es la paradoja. Cuando la gente se mata, muchas veces por motivos que ni entienden ni comparten, es cuando afloran los mejores valores.
The Covenant, conocida en ámbitos hispanohablantes como El pacto, cumple con esto a la perfección.
Viaje a Afganistán
Es una película que nos traslada al Afganistán más duro de la guerra de hace veinte años, con los talibanes causando terror en aquel país, y nos regala una historia que, a pesar de la guerra y de las miserias que ésta trae, destaca por concluir con la mejor de las noblezas posibles.
John Kinley es un sargento del ejército americano que incorpora a su equipo a un intérprete local para que les ayude en sus operaciones militares sobre el terreno.
Este intérprete, Ahmed, tiene un carácter peculiar, pero pronto se confirma como un excelente compañero. Tras una durísima emboscada en la que ellos dos son los únicos supervivientes, Ahmed inicia una larga odisea para salvar la vida de su sargento, que se encuentra malherido.
Es una aventura llena de peligros en la que Ahmed se muestra como un auténtico héroe que pone a salvo a Kinley, hasta que lo trasladan de vuelta a Estados Unidos.
El cerebro detrás de la cinta
Pero, allí, Kinley solo piensa en cómo devolver tan enorme favor a Ahmed y, para eso, también pone en riesgo su propia vida y, de paso, las finanzas de su familia.
Guy Ritchie pone aquí en valor la vida y el honor de aquellos traductores que, poco antes de la producción de la película, fueron prácticamente abandonados a su suerte por el ejército americano en Afganistán.
Y sí, aunque fuera una hábil estrategia de marketing, de las que funcionan a las mil maravillas en Estados Unidos, The Covenant también es un profundo homenaje a la verdadera amistad.
Ritchie tiene sus dos excelentes apoyos, el marketing y el género bélico, para construir una preciosa película. Pero también tiene un excelente elenco con el que trabajar, que le permiten ejecutar una propuesta tan seria y consistente en la forma como solvente en el resultado.
El elenco
Jake Gyllenhaal es el actor perfecto para este tipo de films. Cuerpo de máquina de matar y mirada de ojos tiernos que permiten ver esa bondad noble detrás de un armazón de acero.
Dar Salim, en el papel de Ahmed, aunque no tan conocido, hace un trabajo inolvidable, que quedará en la retina de todos los espectadores por la sinceridad y la implicación que demuestra, tal vez motivado por cuestiones personales más allá de las profesionales.
Otro rostro conocido es el de Anthony Starr, que cumple con su cometido, aunque sin la presencia y la importancia que tiene en la serie que tanto nos gusta y él protagoniza en la misma plataforma: The Boys.
En términos técnicos y visuales, no podemos tener ninguna queja. Al contrario, la puesta en escena de The Covenant es magnífica, sin escatimar recursos y con una dirección muy resolutiva de manos de Ritchie.
Tanto es así que la tensión y la emoción se pueden percibir por igual en los momentos de mayor acción y dinamismo y en las escenas de mayor soledad y sobriedad.
Porque, si algo caracteriza al cine del británico es que nos sumerge en su historia, por muy poco realista que sea, para hacernos formar parte del entorno que rodea a los personajes.
Y por eso, aquí sentimos silbar las balas cerca de nuestro rostro y también respiramos la arena del desierto. Pero, sobre todo, terminamos siendo amigos de los protagonistas, porque son los que realmente nos acompañan en alma, y casi en cuerpo también, a lo largo de las dos horas que dura la película. Dos horas que, sin duda, habrán valido la pena, te lo garantizamos.
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