Blog
Popcorn506 para El Observador
Parece que la llegada del verano anima un poco los estrenos y desde la semana pasada ha vuelto a la carga la artillería pesada. Bien pesada, eso es cierto, porque estamos hablando de Transformers: The Rise of the Beasts.
Más allá de los símiles militares que tienen los Transformers, nos detenemos ante este estreno.
Esto porque es una de las sagas más amadas por el gran público desde que, allá por los años 80, las series animadas se consolidaran como uno de los productos más entretenidos, originales y atractivos del mercado audiovisual.
La trama
En esta ocasión, la trama nos lleva a un conflicto entre los Maximals, los Predacons y los Terrorcons, que se origina en el mundo donde habitan los primeros.
A continuación, la trama nos lleva al Brooklyn de 1994, donde unos jóvenes se ven metidos en esta lucha entre los distintos bots.
Ellos contactan accidentalmente con uno de ellos y, a la vez, descubren parte de la llave Transwarp, que es la clave del conflicto.
Pero vamos al turrón, porque en el fondo, las tramas de estas películas no suelen arriesgar y no se salen de los raíles habituales.
Aquí lo que de verdad marca la diferencia son los personajes, la dirección, el ritmo y la calidad de los efectos técnicos.
Y, en este sentido, Transformers: The Rise of the Beasts sí que tiene aspectos interesantes que conviene destacar y que nos han hecho hablar de ella.
Como hemos dicho no hay mucho jugo que exprimir a la trama en cuanto a originalidad.
En esta guerra interplanetaria, lo que sí nos mueve del asiento es, en primer lugar, el supervillano devorador de mundos, Unicron.
Lo positivo
Y gracias a él, el comienzo de la película es abrumador, en el sentido positivo de la palabra.
De hecho, es una buena muestra de lo que vamos a encontrarnos en los compases siguientes, con agilidad y soltura, e incluso en tono.
Pero, siendo honestos, con algún matiz, ya que no solo sería complicado, e incluso agotador para el espectador, mantener todo eso, sino que se cae, tal vez tirando de un apoyo que se considera seguro y termina siendo repetitivo, en lugares comunes.
Hablamos de escenarios y conflictos que son eficaces, pero ya no sorprenden, de nuevo tal vez por no afrontar ese riesgo de la novedad.
Aunque también somos conscientes de que esto llega por otro lado cuando nos están dejando ver nuevos tipos de robots, como los Maximals, y nuevos personajes, como son los interpretados por Anthony Ramos y Dominique Fishback.
Hablando de ellos, precisamente, hay que decir que sorprenden por la gran solvencia que muestran en la interpretación, aunque no tanto para los que ya conocen sus trabajos anteriores y saben de las excelentes capacidades interpretativas de ambos.
En cuanto a las escenas de acción, que son las que más impactan y que son las que todo el mundo comenta a posteriori, también aportan algo interesante con respecto a otras películas de Transformers.
Hay algo que nos hace sentir más presentes en la acción, como si esta fuera más real, más próxima. De hecho, alguno de los momentos llega a causar sensaciones directas que no siempre se viven en las salas de cine, y esto es algo de agradecer.
Para agradecer
Es un modo de bajar a la tierra para conectar con el espectador, tal vez indirecto, pero funcional. Y también es un modo de resultar coherente con los valores que trata de defender la película, de un modo inocente, por su tono abierto a todos los públicos.
Hablamos, principalmente, de esa defensa de la familia, de la unidad, de los seres queridos.
Y esto es algo que se ve en el personaje de Ramos que está más desarrollado en los papeles que el de Fishback, pero personalmente creemos que Fishback tiene más potencial y es un diamante con mucho más brillo por sacar.
No queremos que la conclusión de lo que estamos contando pueda parecer negativa. Al contrario, es una película que mantiene un nivel muy bueno en general, en la línea de lo que fueron las últimas entregas, sobre todo Bumblebee.
En la que lo mejor es todo lo novedoso, que no es poco. Además, tiene otra gran congruencia que nos encanta. Y es que la historia se desarrolla en los 90, y algo tiene su realización que también rezuma a retro…
Lo dicho, muy recomendable para los fans de la saga y los personajes, también adecuada para los aficionados al cine comercial y de acción.
Por el contrario, prescindible para todos aquellos que no disfrutan del cine más efectista y buscan historias profundas. Esto, amigos, es otra liga.
Blog
