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Un beso entre Bad Bunny y el actor Gael García enciende las redes sociales

Un beso entre Bad Bunny y el actor Gael García enciende las redes sociales. El gesto corresponde a una escena…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Un beso entre Bad Bunny y el actor Gael García enciende las redes sociales
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Un beso entre Bad Bunny y el actor Gael García enciende las redes sociales. El gesto corresponde a una escena de la película que protagoniza García y en la que participa el cantante boricua.

Se trata de Cassandro: El Exótico, que retrata la vida de un luchador profesional, el primero en declararse abiertamente gay y quien, además, se convirtió en campeón mundial de Lucha libre.

El artista puertorriqueño da vida a uno de los amantes de Saúl Armendáriz, nombre real del luchador que nació en El Paso, Texas, pero se crió en Ciudad Juárez.

Bad Bunny Gael García

(Captura de pantalla)

El retrato de un hombre que rompió barreras

Es un proyecto del director Roger Ross Williams que se presentó hace dos días en el Festival de Cine de Sundance, en Salt Lake City en Estados Unidos.

La cinta, que sale en el siguiente trimestre en la plataforma Prime Video, se filmó en locaciones como Ciudad de México, Texas, y Ciudad Juárez.

Este trabajo habla de “la libertad y pasión que le imprime a su personaje, con el que ha logrado desestabilizar los estereotipos de masculinidad en la lucha libre, aún a costa de experimentar constante discriminación y rechazo”, según reza la prensa mexicana.

Cassandro llegó a ser considerado el Liberace de la lucha libre, en alusión al “artista que mejor supo interpretar el barroquismo y decadencia de una ciudad como Las Vegas”, de acuerdo con Vanity Fair.

Tiempo atrás salió un documento del propio Cassandro gracias a la cineasta francesa Marie Losier.

Lastimado por los hombres

En un reportaje que publicó el diario colombiano El Tiempo, en el 2019, Cassandro cuenta cómo se dio su incursión en la lucha libre.

“Nunca quise ser luchador. Yo hacía aeróbicos en el gimnasio, pero era habitual ver en televisión a los luchadores, eran famosos.

“Me inspiraban los cuerpazos, las mujeres fuertes. Una amiga me invitó al gimnasio y yo le dije, ‘estás loca’. Cuando fui a la clase de lucha libre, algo se despertó en mí, me gustó.

“Yo vengo muy lastimado por los hombres y en ese momento dije: ‘Hasta que no me desquite, no me voy a ir’. Y lo hago hace 30 años”.