Josué Alvarado
Se estima que 66 de cada 100 carros registrados en Costa Rica tienen hoy un valor fiscal más alto al registrado el año anterior.
A su vez, esto se traduce en un marchamo más caro.
¿Cómo es esto posible que incremente si los vehículos pierden valor “con tan solo sacarlos a la calle”?
El Observador consultó a varios profesionales sobre esta realidad, poco lógica, y todos coinciden con la explicación también brindada por el ministro de Hacienda, Nogui Acosta: Su carro vale menos, pero el valor del mercado subió.
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Problema surge de una fórmula
En 1987 (hace 35 años) entró a regir la ley 7088, la cual establece la fórmula con la que se calcula el valor fiscal de los carros.
El artículo 9 de esa ley señala que es el Poder Ejecutivo anualmente tiene la responsabilidad de actualizar el valor de cada tipo de vehículo en el mercado interno.
Para ello utiliza fórmulas internacionales que incluyen, entre otras cosas, el precio y la cantidad de carros que comparten marca, modelo y características similares.
Existen más de 50.000 clases de vehículos en Costa Rica, a las que Hacienda le debe definir su valor fiscal cada año.
La misma ley señala que para calcular el valor fiscal se debe de tomar en consideración otros dos elementos:
- La natural pérdida de valor (depreciación) que está establecida de forma permanente en -10% por año
- Y la inflación de cada periodo, que en esta ocasión, de forma extraordinaria, llegó al 12,13%
Para este año, Hacienda hizo un simple cálculo: el aumento en el valor del carro debido a la inflación (12,13%) menos la pérdida que la ley establece de forma permanente en -10%. La diferencia es de 2,13%.
Quiere decir que, para el último periodo en análisis fue mayor el aumento de precios en general (inflación) que la depreciación. Esta diferencia es la que se traduce en un aumento del valor fiscal.
El ministro ha señalado que el alza es para el 66% de los vehículos. El otro grupo se mantuvo invariable o se redujo.
Sin embargo, como todos los años hay propietarios que ya han denunciado aumentos por encima del 2,13% estimado y a los que se debe atender individualmente.
El Ministerio de Hacienda todavía no revela cuántos reclamos ha recibido este año a través de la plataforma Autogestión, donde se puede pedir una revaloración del monto.
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Acosta dice que hay casos en los que en años anteriores hubo “deficiencias” en el cobro, es decir, el valor registrado era menor al del mercado y para este año se actualizó. Por esa razón se justifica el aumento mayor al 2,13%.
“No cambia el valor, pero sí la depreciación y la inflación del 12,13% y eso es lo que da ese incremento en el valor fiscal”, explicó el ministro.
Valor fiscal más alto y categorías más pequeñas
La marca, el modelo y la antigüedad influyen sobre el valor fiscal del vehículo.
El Observador compiló una pequeña muestra de vehículos que reflejan cambios en el valor fiscal entre el año pasado y el presente.
Los dueños de estos automotores, al brindar los datos a este medio, se quejaron de un aumento que consideran abrupto en el valor de su carro. Sin embargo, al hacer el cálculo se observa que el aumento está dentro del parámetro anunciado por el ministro: 2,13%.
Expertos consultados por este medio recordaron que hay otro elemento que entra en juego y es el comportamiento real de los precios en el mercado.
Sin embargo, explicaron que este siempre va a tender hacia abajo, cuando se habla de vehículos, por lo que en la mayoría de casos no explicaría una subida mayor al 2,13%.
Categorías más excluyentes
Definido el valor fiscal, el siguiente paso es ubicar el carro dentro de una de las siete categorías de precios. Esto permitirá definir el monto a cancelar por el impuesto a la propiedad.
Para este 2022 variaron los rangos de cobro en comparación con el 2019. Este año las tarifas
El monto base aumentó de ¢27.600 en el 2019 a ¢31.500 en la actualidad. Pero, además, implica que más vehículos entren en las categorías en las que se paga un impuesto más alto.
Por ejemplo, en el 2019 en la categoría de imposición más alta (3,5%) solo ingresaban aquellos carros con precios mayores a los ¢4,68 millones.
Actualmente entra en este grupo hace cualquiera cuyo valor fiscal esté por encima de los ¢3,94 millones.
Ejemplos sobre el cálculo del impuesto
El impuesto a la propiedad se define en la ley como uno "progresivo". Es decir, que quienes tienen vehículos con valores más altos deberán cancelar montos más altos que aquellos que tienen carros con un precio menor.
Para saber el monto del impuesto primero se debe ubicar la categoría de precios en la cual está ubicado el valor fiscal del carro.
Luego, calcular el monto que le corresponde cancelar por la categoría a la que pertenece, y también las que están encima suyo.
Por ejemplo, un vehículo cuyo valor fiscal es ¢5.070.000. En este caso, el valor se ubica en la última categoría, por lo que debe sumar el valor de todas las casillas para dar con el resultado.
En este otro caso, el valor fiscal del carro es de ¢2.745.000.
Debe cancelar lo correspondiente a las primeras cuatro categorías y la suya, la quinta. Queda excluida del pago de la sexta y sétima categoría.
El impuesto a la propiedad de vehículos es el componente que mayor peso tiene en el Marchamo, un 63,8% y es por esto que un incorrecto cálculo afecta directamente el monto del derecho de circulación.
Último año con esta fórmula
Tanto el ministro Acosta, como distintos diputados y especialistas consultas coinciden en la necesidad de reformar la fórmula a través de la que se calcula el valor fiscal de los vehículos en Costa Rica.
Esta discusión y propuesta, sin embargo, es añeja.
Acosta dice que el Gobierno tiene el objetivo de enviar un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa para hacer el cambio antes de que se realice el cobro del marchamo para el año 2024.
Mientras tanto, el diputado del Partido Liberal Progresista (PLP) Jorge Dengo dijo a El Observador que este jueves 3 de noviembre tendrán una reunión técnica para redactar un proyecto e impulsar la reforma desde adentro.
En ambos casos, el objetivo sería que los usuarios paguen según el valor real del carro en el mercado, que naturalmente se irá depreciando y que no permita estos aumentos.
*Para la realización de este reportaje se contó con la colaboración de los gerentes de impuestos de la firma Grant Thornton, Daniel Pelecano e Iván Vincenti y el diputado del Partido Liberal Progesista Jorge Dengo.
