Tomás Gómez
Los primeros pacientes que tuvo la Clínica VIH-Sida del Hospital de Puntarenas toparon con un panorama complicado donde la medicina no les tenía soluciones y el desconocimiento sobre la enfermedad dificultaba la atención.
El infectólogo del centro, Alfredo Messino, recuerda que una ocasión uno de los pacientes sufrió una caída y ni siquiera el personal de salud se atrevía a atenderlo.
“Al principio tratábamos de animarles pero no teníamos mucho que hacer realmente lo que hacíamos era acompañar a los pacientes a morir , la gente les tenía miedo”, recuerda el experto.
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Décadas después y con el VIH catalogado como una enfermedad crónica y ya no mortal, Messino advierte sobre la necesidad de realizar las pruebas a tiempo para poder garantizar un tratamiento efectivo.
“Tenerle miedo al VIH y esconderse no es una soluciónes importante hacer el diagnóstico lo más rápido posible un paciente para que llegue a la etapa final puede tardar hasta 10 15 años el paciente se va a evitar todo ese desgaste”, advierte.
Atender todas las variables de la enfermedad es otro de los puntos recomendados y en el que diversas áreas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) intercambian esfuerzos.
Tratamiento de todos los tipos
El abordaje del VIH tuvo un cambio radical con la aparición del los antirretrovirales que ralentizan el avance de la enfermedad.
Con ellos, los pacientes pueden aumentar sus células CD4 -parte fundamental del sistema inmunológico- en cuestión de meses. Incluso se puede llegar a la condición de “indetectable”, que reduce la carga de un eventual contagio.
De la mano de los tratamientos, sin embargo, va una construcción social alrededor del VIH que aún sigue generando complicaciones.
El propio doctor Messino detalla que antes de explicar la enfermedad y las opciones a un paciente, su condición emocional es fundamental. Los estereotipos son en ese punto una traba importante.
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“Hay que romper con ese pasado, explicarle al paciente todos los logros tecnolígicos y avances científicos que ha tenido el VIH y no se ha socializado de manera correcta para que le pierda el miedo”, amplía el psicólogo clínico Roberto Gutiérrez del Hospital Calderón Guardia.
De la mano a ese acompañamiento entra además el equipo de nutrición pues las manifestaciones del VIH van variando.
Si bien un grupo si enfrenta la pérdida de peso otro tiene problemas del colestor o aumento de riesgo cardiovascular.
Maripaz Suárez, profesional del área, indicó que según el paciente habrá ajustes de a las necesidades de proteína, fibra o actividad física que también habrá que monitorear en su atención.
VIH aumenta 10% al año en Costa Rica
Hasta el 2019 Costa Rica había detectado 10.676 casos de VIH pero con una tendencia de fuerte aumento.
La coordinadora de enfermedades de transmisión sexual (ETS) de la CCSS, Gloria Terwes, alerta de que el promedio es de 10% a 12% aumento anual.
Junto al VIH, advierte Terwes, crecen otras ETS de alta prevalencia como la sífilis.
Aunque la afectación de la enfermedad es amplia, la incidencia en hombres sigue siendo mayoritaria. También destaca una alta detección en el grupo de 20 a 29 años.
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“Seguimos teniendo nimeros altos nuestra prevalencia está posicionada en hombres pero no podemos obviar que las mujeres pueden ser infectadas”, refirió Terwes.
Ante ese panorama, se insistió en que caso de tener prácticas sexuales es fundamental el acercamiento a las pruebas. Estas son gratuitas y se habilitan en todo el país.
El uso de preservativos destaca también como una barrera determinante para combatir el virus, lo que se intenta acompañar con más educación para intentar cambios en la estadística nacional.
