Sergio Arce
Entre el 24 de enero y el 14 de febrero pasados, la Policía Penitenciaria detectó más de 60 drones que invadieron el espacio aéreo del CAI Terrazas, en San Rafael de Alajuela.
La Policía Penitenciaria logró derribar seis de estos aparatos voladores equipados con dispositivos hechizos para arrojar pequeñas cargas.
Las autoridades incautaron paquetes lanzados desde el aire que contenían celulares y baterías.
También llevaban chips, trozos de segueta, manos libres y pequeñas cantidades de picadura de marihuana.
Los vuelos ocurren a todas horas, pero en especial durante el día, cuando el ruido de las hélices es más difícil de percibir por el movimiento vehicular en los alrededores.
“El CAI Terrazas es el último centro penitenciario que se habilitó en el sistema penitenciario.
“Tenemos un sobrevuelo constante de drones que portan droga, aparatos telefónicos y armas blancas. Esto en manos de la población penal es parte de un proceso de continuidad delictiva”, advirtió la directora de la Policía Penitenciaria, Daisy Matamoros.
Intensa actividad de drones
La comisionada destacó que la actividad de los drones coincidió con la llegada de un grupo de personas privadas de libertad a ese centro.
Cuando son descubiertos por la Policía Penitenciaria, los drones levantan vuelo.
Por día, los desconocidos llevan a cabo más de un intento. Por ejemplo, el 27 de enero las autoridades reportaron ocho vuelos y decomisaron dos celulares que, desde lo alto, arrojó una de las máquinas.
El 5 de febrero, la Policía Penitenciaria generó nueve alertas por vuelos, cinco de ellos protagonizados por dos drones que volaron en simultáneo.
La Policía Penitenciaria ha tenido acercamientos con Aviación Civil y Vigilancia Aérea del Ministerio de Seguridad Pública en procura de adoptar acciones.
La comisionada advirtió que esta actividad atenta contra los procesos de inserción social de quienes están allí recluidos.
