Natalia Calderón para El Observador
La disciplina positiva se fundamenta en la psicología individual del Dr. Alfred Adler, donde destaca la importancia de todas las personas de sentirse pertenecientes y significantes. Por esta razón, en la Disciplina Positiva nos centramos en el respeto mutuo y una sana convivencia que nos haga sentir a todos valiosos.
Se toman en cuenta los pilares fundamentales para el vínculo:
RECONOCIMIENTO (saberse especial), PODER (colaborar), JUSTICIA (tener lo que necesito, que no es igual para todos) y HABILIDAD (saberse con capacidad).
No buscamos la obediencia, sino la cooperación y el sentido de pertenencia. Centrados en el respeto mutuo, en relaciones horizontales, basado en la confianza. El cerebro no entiende de obediencia, entiende de admiración, de confianza y de cooperación.
Los resultados positivos de educar con Disciplina Positiva son múltiples. Entre ellos destacan:
- Una relación sana y de respeto mutuo.
- El desarrollo de habilidades para la vida, inspirando en la formación de niños y jóvenes seguros, capaces de tomar decisiones y de aprender de sus errores.
Algunas herramientas básicas: CONECTAR y ESTAR
- Amabilidad y firmeza juntas evitan el autoritarismo y la permisividad. Cuando no surtan efecto, ofrezca opciones.
- Conecte emocionalmente antes de corregir al niño. “Te quiero, pero la respuesta es no”.
- Reuniones familiares. Fomentan la cercanía y la cooperación de toda la familia. Se trata de buscar soluciones, compartir sentimientos y debatir, con respeto y sin buscar culpables, los asuntos que han ido surgiendo.
- Preguntar en lugar de dar órdenes potencia el desarrollo de un pensamiento propio en el niño. “¿Qué tienes que hacer para que no se dañen los dientes?”, frente a “lávate los dientes”.
- Cálmese antes de tratar de solucionar un conflicto. Es mejor esperar a que el ambiente sea más tranquilo y se haya recuperado la capacidad de razonar.
- El ejemplo (modelo) es la mejor enseñanza que recibirá su hijo. ¿Si usted no maneja su conducta, considera que el niño lo hará?
- Exponga qué hará y no entre en luchas de poder. “Lavaré la ropa que esté en la canasta. Use rutinas.
- Valore las conductas positivas y los logros. “¡Qué bien y qué rápido te has puesto la ropa hoy!”.
- Ayudar en casa. El niño se siente integrado, desea contribuir y desarrolla nuevas habilidades y capacidades.
Tiempo especial, enfóquese en conectar y sincronizar emocionalmente con su hijo. Eduque para la vida desarrollando habilidades. Permítale al niño simplemente SER.