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Yaxún Víquez para El Observador
Usted misma, así como cualquier otra persona en el universo entero, merece su amor y afecto.
Reencontrarnos con nosotras mismas, validar nuestros sentimientos y pensamientos. Asumir la responsabilidad con la compasión de que lo hago tan bien como puedo y acercarnos cada día más a nuestro interior. Jugar como cuando éramos niñas, divertirnos hasta terminar amando nuestra sombra.
Recordarnos frente al espejo cuanto me acepto y me apruebo como soy, sin resistencias, pues al rechazar partes de mi sexo es lo contrario al amor. Agradecer, siempre agradecer que existe la posibilidad de continuar creciendo en amor y con amor incondicional para mí misma y para las demás.
El amor es el motor y su combustible es la constancia y la disciplina. Que nuestro paso lo sepa para que todo sueño se convierta en realidad.
Darnos permiso de sentir el amor de las personas que nos rodean es genial, esas que nos sostienen, la pareja, la familia, los amigos y tanta gente linda que hay en el mundo.
Somos artesanas de la reciprocidad y de vínculos que se crean desde el corazón.
Cuídese a usted misma, cuide a esas personas cercanas; lo demás sólo es humo que se va dispersando con el tiempo.
¡La vida siempre nos regala personas maravillosas!
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