Rodrigo Díaz
Una gran cantidad de botellas de licor ocultas, cuyo valor rondaría los ¢2 millones, fue incautada por la Policía de Fronteras, en la zona sur, específicamente en Sixaola, cantón de Talamanca.
Los oficiales descubrieron el cargamento debajo de la tapa del motor de un camión, así como en un doble piso del cajón. Esta es la misma técnica que emplean algunos narcotraficantes para el trasiego de drogas.
La acción se llevó a cabo el martes pasado mientras se efectuaba un control de carreteras en Bribrí, a la altura de la localidad de Alto de Cataratas.
El camión detenido es de carga liviana, y procedía de Sixaola, en la frontera con Panamá, con rumbo a la ciudad de Limón.
Los oficiales le ordenaron detenerse al conductor, identificado como un costarricense de apellido Arana, a efectos de realizar una revisión de rigor, a lo cual este accedió.
En apariencia todo estaba en regla, hasta que a los oficiales les llamó la atención la forma que presentaba el piso del camión.
El cargamento descubierto estaba compuesto de diversos tipos de licores, entre estos cervezas, vodkas y wisky. Todo iba dentro de este compartimento secreto, popularmente conocido como “galeta”.
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Hasta debajo de la tapa del motor
En la revisión también levantaron la tapa del motor, dieron con más envases con licor. Esta maniobra es muy peligrosa, pues al tratarse de sustancias inflamables, ponen en riesgo la seguridad con tal de intentar burlar a las autoridades.
Entre lo encontrado en el doble piso y junto al motor todo lo decomisado por los oficiales fronterizos, su sumaron 914 unidades entre cervezas, whisky y vodkas.
El conductor no portaba ninguna documentación que lograra comprobar el debido pago de impuestos. Tampoco contaba con los correspondientes registros sanitarios por parte del Ministerio de Salud.
De esta forma, se procedió a la detención del conductor y al decomiso del licor, cuyo ingreso ilegal habría afectado a muchos comerciantes y la actividad lícita del expenedio de bebidas alcohólicas.
El cargamento que incautó la Policía de Fronteras tiene un valor aproximado de 2 millones de colones (Cortesía)
Rodrigo Díaz
