Allan Arroyo
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) aprobó un aumento de tarifas para el servicio de taxi en las diferentes modalidades.
El ajuste corresponde al primer semestre de 2023 y reconoce las variaciones en el precio de los combustibles y los salarios.
Para un taxi tipo sedán, la tarifa inicial o banderazo y la variable suben ₡25 y ambas quedarán en ₡935. La tarifa por demora sube ₡95 y será de ₡3.555.
El aumento para las unidades de taxi adaptadas para personas con discapacidad será mayor. ₡30 más en las tarifas banderazo y variables, además de ₡125 en la de espera.
Para el servicio en zona rural, los ajustes van de ₡25 a ₡100.
Esos incrementos que superan el 2.64% entrarán a regir al día siguiente de su publicación en el diario La Gaceta. Se espera que esta misma semana.
En el caso de los taxis naranja, que brindan el servicio en las terminales de aeropuerto, el ajuste es la baja. La variación será de ₡10 a ₡170, dependiendo del tipo de vehículo y los kilómetros.
OBSERVE MÁS: “Cada vez menos usuarios utilizan taxi,” concluye Aresep en reciente encuesta
Tarifas negociables
El intendente de transportes de Aresep, Edward Araya, afirma que las tarifas fijadas buscan garantizar la calidad y prestación del servicio, en todo el país.
La Autoridad Reguladora insiste en que los montos establecidos son máximos, por lo que los usuarios pueden negociar con los conductores los montos a pagar.
Una reciente encuesta, publicada por Aresep, revela que el 42% de los usuarios desconoce que las tarifas son negociables.
Menos uso de taxi
En el sondeo, la Aresep revela una tendencia a la baja en el uso del servicio de taxi.
La encuesta se aplicó entre el 13 de octubre y el 8 de noviembre de 2022, para medir la satisfacción de los usuarios con algunos servicios públicos que se mantienen regulados.
En 2021, un 26% de los entrevistados dijeron usar taxi. Para el año pasado, la cifra bajó a un 20%.
En zona urbana, la cifra aumenta a 24%, pero en zona rural la caída de uso es drástica y baja a un 11%.
Cuatro de cada diez lo usan 1 o 2 veces al mes. El 63% pide el servicio por teléfono, contra un 29% que lo busca en la calle.
La gran mayoría (96%) no solicita factura al taxista.
Otro dato de la encuesta es que la mayoría recurre al servicio de “los rojos” cuando hacen compras o para acudir a citas médicas. Un 42% desconoce que la tarifa a cobrar puede ser negociada en el viaje.
Los encuestados dan una calificación de 7.8 al servicio. Los elementos con calificaciones más bajas se relacionan con la posibilidad de hacer viajes largos o cortos, además de la ubicación de las paradas.
Entre los que no usan taxi, una de las principales críticas es que el servicio es caro.
