Paula Ruiz
En Acueductos y Alcantarillados (AyA) están a la espera del nombramiento de dos miembros de junta directiva con el objetivo de continuar con el plan de reestructuración que implica despido de trabajadores.
Esto, tras la renuncia de Beverly Hernández y María Fernanda Jiménez de sus puestos como vicepresidenta y directora de dicho órgano.
Desde mayo, El Observador dio a conocer que esta entidad tiene planeado echar a andar la fase I y la fase II de una reorganización con la inclusión de cese de funciones para funcionarios. Sin embargo, Alejandro Guillén, presidente de la institución, declinó indicar cuántos despidos están planeados.
Aunque tienen una idea, el número todavía no está confirmado, según expuso.
“Lo que estamos esperando es con respecto a la reestructuración estamos esperando que se apruebe por la junta directiva”, expuso el jerarca ante consultas de este medio.
Hasta este jueves 31 de agosto, todavía permanecían ambos puestos a la espera de ser designados por el Consejo de Gobierno. Actualmente, la junta es conformada por:
- Alejandro Guillén, presidente ejecutivo
- Gerardo Morera Rojas
- Gilbert Aubert Jiménez
- Krissia Coto Morales
- Alejandra Mora Rojas
Guillén indicó que hay un organigrama de un “determinado número de casetas, entonces cuando se hace un cierto movimiento ya permite holgura en la reestructuración”,
Se le consultó si ese proceso de despidos iniciará este año a lo que respondió: “es un proceso, seis meses y luego vamos a seguir paulatinamente”.
OBSERVE MÁS: AyA echa a andar reestructuración que eliminaría puestos de trabajo
Alejandro Guillén, presidente ejecutivo de AyA, indicó que el despido de personal será paulatino. (Cortesía Casa Presidencial).
Ambiente pesado
Debido a la expectativa sobre los despidos, el presidente de AyA aceptó que hay un ambiente pesado dentro de la organización.
“Pero es natural, que ocurre en todas las instituciones cuando hay una reorganización de algún tipo”, puntualizó.
Las salidas de personal serían paulatinas dado que la institución “no aguantaría” que todas fueran un mismo día.
Ahora bien, ¿Esos puestos que se pretenden suprimir, son necesarios para el desarrollo de la institución? De acuerdo con el jerarca, eso es lo que se está calibrando con el fin de evitar el debilitamiento de ciertas áreas.
“Pero eso lo estamos haciendo bien, no es así como a la deriva”.
Otro dato que todavía no tienen calculado es el ahorro que significará para el AyA ante la reducción de la planilla.
“Mazazo” solicitado por Chaves
Según consta en el acta del 27 de junio anterior, Guillén comentó en ese órgano que por orden del presidente de la República, Rodrigo Chaves, tenían que sacar a la gente “que no sirve”, es decir, despedirla.
“Esta reestructuración nos va a permitir sacar a la gente y perdón por el coloquialismo “que no sirve” y eso es lo que tenemos que hacer y eso es instructivo del señor Rodrigo Chaves, entonces, es muy delicado este tema”, dijo el jerarca del AyA.
En esa misma sesión, el presidente ejecutivo, pidió no socializar el plan de reestructuración.
“Nosotros tenemos que tener mucho cuidado de no socializar esto demasiado, porque se nos cae la casa, a esto yo le llamo el ‘mazazo’“, comentó Guillén.
Consultado por El Observador, dijo que su palabra “mazazo” se malinterpretó por parte de “algunos sindicatos” y aseguró que en el diccionario se indica que esta palabra significa “algo contundente”.
Según la Real Academia Española, se define como: “golpe dado con una maza o un mazo” y “suceso, situación, etc., que causa fuerte impresión”.
OBSERVE MÁS: Presidente de AyA pidió no socializar plan de despidos para evitar reacción de trabajadores: “Yo le llamo el mazazo”
Protesta
La seccional de ANEP en AyA está disconforme con los planes de reestructuración pues, con base en declaraciones de Guillén a medios de prensa, se eliminarían 151 áreas.
Para el sindicato, esto podría conllevar a una tercerización del servicio “de esta una institución cada día más pequeña y debilitada, consecuentemente encarecer y deteriorar la calidad del servicio que se brinda”, consideran.
“Ahora bien, qué sentido tendría eliminar áreas agregadas desde el año 2007, llamada estructura paralela, si se pretende reubicar al personal que labora dentro de las mismas. Evidentemente esto contradice las políticas de reorganización”, cuestionó ANEP.
Para el gremio, la institución cuenta con una gran cantidad de trabajadores especializados en su respectiva área que no sería fácil de suplir y por tanto, solo se busca el despido masivo.
El AyA cuenta con 4.400 empleados.
