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Melissa Rojas para El Observador
El azúcar forma parte de la dieta diaria en la mayoría de los niños y es una de las principales causas en la formación de caries dental.
El papel del azúcar no solo es determinante y necesario para que un niño desarrolle caries, sino que su exceso puede ser perjudicial para la salud integral del niño.
Esto afecta el desarrollo cognitivo, la función cerebral y aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas a futuro.
La OMS y su posición respecto al azúcar
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte sobre el impacto significativo del azúcar en la salud dental de los niños.
Las bacterias presentes en la boca se alimentan de los azúcares de los alimentos y bebidas. Estas producen ácidos que atacan el esmalte dental, lo que eventualmente lleva a la formación de caries.
La OMS recomienda limitar la ingesta de azúcares añadidos en la dieta de los niños desde una edad temprana. Se sugiere evitar dar azúcar a bebés menores de 2 años y, más adelante, limitar su consumo a menos del 10% de la ingesta diaria total de energía. Lo anterior equivale a aproximadamente 25 gramos o seis cucharaditas de azúcar para un niño en edad escolar.
¿Dónde está el azúcar?
La dieta de los niños puede contener una serie de alimentos con azúcares añadidos que, a menudo, no son evidentes para los padres.
Algunos de los alimentos más comunes que pueden contener altos niveles de azúcares añadidos son:
Bebidas azucaradas: fórmulas, leche con chocolate, refrescos, jugos de frutas procesados, bebidas energéticas, aguadulce, café y algunas aguas saborizadas pueden tener niveles elevados de azúcar añadido. Se debe preferir agua sobre cualquiera de las anteriores principalmente antes de los 2 años.
Cereales para el desayuno: muchos cereales dirigidos a los niños contienen altos niveles de azúcar. Galletas, pasteles y postres, productos horneados y otros postres también se suman a esta lista. Es esencial revisar las etiquetas nutricionales para identificar los niveles de azúcar en estos productos y evitar su consumo diario.
Salsas, aderezos, alimentos enlatados o envasados: algunas salsas para pasta, aderezos para ensaladas y salsas para alimentos preparados, colados para bebés, pueden tener azúcar añadido como parte de su preparación.
Yogurt y postres lácteos: algunos yogures dirigidos a los niños pueden contener altos niveles de azúcar. Además, los postres lácteos como el flan o el pudín también pueden contener cantidades considerables de azúcar.
Leer las etiquetas y fomentar hábitos saludables es indispensable
Es importante leer detenidamente las etiquetas nutricionales al comprar alimentos para niños y buscar términos como jarabe de maíz de alta fructosa, azúcar de caña, sacarosa, jarabe de arce u otros nombres de azúcares añadidos.
Optar por alternativas más naturales como agua, frutas o meriendas saludables; junto a una adecuada higiene bucal, desde una edad temprana es fundamental para programar a las personas a llevar un estilo de vida saludable a futuro y tener sonrisas libres de caries.
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