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El año pasado para esta época escribí sobre este mismo tema y mencionaba que para algunos, adornar su casa no es suficiente. Estas personas extienden su espíritu navideño a su carro; por ejemplo, poniéndole cachos o bien nariz de reno.
En esa ocasión preguntaba si era visto como “una polada o algo de mal gusto” o simplemente es parte del espíritu navideño.
Me sorprendió en los comentarios del blog de este medio, la gran cantidad de personas que señalaba que era una linda forma de darle color a la época navideña y alegrar el espíritu y sobre todo para los niños.
Incluso algunas personas se sintieron ofendidas por la pregunta, pero aclaro que no era el espíritu del artículo y, por el revuelo que causó, quise retomarlo en este 2022 e ir un poco más allá.
Práctica generalizada
Me di a la tarea de buscar nuevamente sobre el tema en otros países y parece que la práctica se ha generalizado.
Incluso leía que, en algunos lugares, algunos choferes cargan su carro con árboles de navidad y bombillas.
Llamó mi atención en los foros que estudié, el tema de la seguridad, donde expertos señalaban que, poner árboles o cosas pesadas y grandes en el carro, distorsionaban la aerodinámica del vehículo y atentaban contra la seguridad vial.
Pero, en el tema de la nariz de reno y cachos, más bien sugieren que son artículos distractores para otros conductores al manejar. ¿Qué opinan?
Encontré también un reportaje que señalaba que, en los años 70 en Georgia, Estados Unidos, fue donde un por primera vez se le puso a un Cadillac una cornamenta de toro y que la práctica se extendió hacia otros lugares.
Como curiosidad encontré en Amazon adornos cromados para poner en el bumper de gran diversidad de personajes: pato Donald, una sirena y hasta manos de esqueleto, entre otros.
Para finalizar opino que si las personas que acostumbran adornar su carro se sienten felices pues en buena hora.
Y de nuevo volvemos al tema de la empatía, la tolerancia, de ponerse en los zapatos de los demás, el respetar la opinión ajena, vivir y dejar vivir.
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