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Cómo estar presente

Rodrigo Sánchez. Profesor LEAD University Es un hecho que la única certeza que tenemos en nuestro diario vivir es el…

Por Desde la Columna

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Cómo estar presente
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Rodrigo Sánchez. Profesor LEAD University

Es un hecho que la única certeza que tenemos en nuestro diario vivir es el ahora, el presente. El pasado ya se fue y lo que esperas aun no llega. Hay dos días que no existen en la vida, ayer y mañana, por lo que hay que vivir cada día. Es fácil malgastar el “presente”, perderte lo que está sucediendo en el único momento que realmente existe.

Sin embargo el diario vivir nos muestra otra realidad, nuestra capacidad cerebral de rumiar las experiencias nos mantiene de manera automática repasando una y otra vez los acontecimientos del ayer, que quizá pudimos haber hecho de otra manera o que quizá ni siquiera debimos de haberlo hecho; y si uno es un maximizador, de esas personas que a la hora de elegir entre tantísimas opciones que hay, nos cuesta muchísimo hacerlo, ya que siempre pensamos que debe haber un producto mejor, una precio más bajo, etc., el camino nos lleva invariablemente a ser un posible depresivo.

Pero además tenemos otra capacidad cerebral única, que solo el ser humano la tiene, y es la capacidad de prospectar, de proyectar escenarios, y eso es magnífico, esa cualidad es responsable de que como especie estemos en el sitio en que estamos y con los logros que disfrutamos, respecto a otros mamíferos, entre otras cualidades cerebrales únicas; pero cuando se vuelve un piloto automático y nos la pasamos preocupados, (preocupados, ocuparse antes de…), es muy posible estemos en camino a ser ansiosos.

Ni uno ni otro, ambos son trastornos de conducta que se pueden volver crónicos y eso sí que son malas noticias.

Es un hecho que la única certeza que tenemos en nuestro diario vivir es el ahora, el presente. El pasado ya se fue y lo que esperas aun no llega. Hay dos días que no existen en la vida, ayer y mañana, por lo que hay que vivir cada día. Es fácil malgastar el “presente”, perderte lo que está sucediendo en el único momento que realmente existe.

 

¿Qué es entonces estar presente?

A pesar de que el cerebro humano es quizá el órgano más poderoso del universo, en cuanto a la capacidad cognitiva es bastante pobre, y solo puede prestar atención a una cosa a la vez, y en esta forma de vivir en que nos hemos ido metiendo sin la consciencia clara de que esto nos está enfermando realmente, la idea de las multitareas, la enorme cantidad de estímulos y de información que nos llega diariamente, la vida acelerada va en sentido contrario de lo que es saludable y posible de hacer según nuestra naturaleza y capacidades reales de nuestro cerebro.

Ante esta situación, y con lo anterior, uno de los grandes problemas que enfrentamos como sociedad es la desatención, provocada por la sobre estimulación y sobre dimensionamiento de querer procesar tanta información disponible.

Estar presente o estar consciente, es saber dirigir nuestra atención a lo que realmente nos ayuda a tener una mejor calidad de vida, poner atención a lo que realmente nos aporta valor en la vida. Todos tenemos circunstancias diferentes, ya lo decía Ortega y Gasset, “mi vida soy yo y mis circunstancias”, las circunstancias no son las que nos crean los problemas, sino lo que interpretamos de ellas.

Estar presente es poner nuestra atención a lo que acontece en cada momento del día, a la realidad, sin juzgar, con aceptación y amabilidad; y a interpretarlo de la manera que mejor nos favorezca a nuestro propósito de vida.

 

Motor de bienestar interno.

Volver la atención hacia nuestro interior, conocer qué sucede internamente en nuestro cuerpo y nuestra mente, poner en marcha ese motorcito del bienestar interno es posible, se aprende, como todo en la vida, con dedicación y empeño.

Para ayudar a tener una especie de guía sobre ese motor de bienestar interno, hay algunas dimensiones que atender:

  1. Mindfulness. Es tener consciencia plena del presente, ayuda notoriamente, y con soporte científico, a estar presente. Hay algunos artículos al respecto en mi página, en blog, mindfulness, donde puede encontrar una guía de algunos tips que ayudan a practicar este nuevo estilo de vida. Nos ayuda a no tener una mente distraída, que es lo que nos acontece diariamente, sino lo contrario, a tener una mente enfocada, consciente, con atención plena en el presente.
  2. Resiliencia. Es la capacidad de sobreponerse a la adversidad con prontitud, y que se desarrolla con asistencia especializada, estudio y práctica. Estar presente y aceptar los acontecimientos es vital, la aceptación, no quedarse rumiando lo que ya no existe, sino ser capaz de pasar las páginas de la vida prontamente. Este aspecto del motorcito del bienestar interno es esencial para estar presente de manera positiva la mayor parte del tiempo.
  3. Altruismo, generosidad y amabilidad. En el cerebro los mamíferos tenemos un sistema del placer, (recompensa), el que se activa con los respectivos neurotransmisores, igual ya comentado en artículos anteriores, como la dopamina, serotonina, oxitocina, etc. Ser altruistas, generosos y amables, que es nuestra naturaleza, nos hace sentir bien; es una sensación que todos hemos experimentado, solo que, por estar tan distraídos y confundidos sobre lo realmente importante en la vida, dejamos de practicarlo por estar queriendo vivir de manera individualista, cuando en nuestra realidad evolutiva, somos seres de colectivos, es por eso que cuando practicamos el altruismo, la generosidad y la amabilidad nos sentimos tan pero tan bien.
  4. El talante. Estar enfocado en lo positivo, ver en los demás sus cualidades y lo bueno de los otros nos hace sentir bien, fomentar esta forma de ver la vida, sin juzgar, simplemente reconocer que los demás tienen muchas cualidades positivas también, nos hace sentir muy bien. En lugar de ir por la vida quejándonos, señalando, juzgando lo que los demás tienen o hacen, es una buena idea fomentar el valor de no juzgar y más bien valorar lo bueno que hay en los demás. Eso nos hace acercarnos más a nuestro propósito de vida. Ciertamente en la vida no todo es positivo, eso no lo podemos evitar; pero si podemos, por la consciencia plena de nuestra vida, no detenernos en las cosas propias y de los demás que no son congruentes con el propósito de vida que nos hemos trazado.

 

Propósito de vida

Para estar presente realmente, vivir conscientemente, es fundamental que tengamos un propósito de vida, si no tienes una ruta de viaje, puedes llegar a cualquier lugar. Es oportuno aquí recordar un maravilloso pasaje de Don Quijote de la Mancha, de Cervantes, “le dice don Quijote a Sancho, recuerda siempre que el bienestar, la felicidad está en el sendero, no en la posada”. Si no hay un propósito de vida, difícilmente se podrá mejorar la calidad de vida, difícilmente se podrá ser feliz.

La ciencia define la felicidad como una manifestación subjetiva de cómo yo me siento con mi propósito de vida.

Es en serio, muy serio, esto de estar presente y los beneficios que nos trae en la vida; este texto lo tomo del audio de un comercial hecho por una empresa de autos y que es perfecto para este propósito: “cuando trabajes, trabaja; cuando descanses, descansa; cuando bailes, baila; salta cuando saltes; cuando pedaleas, hazlo; cuando grites, grita; si tienes que pelear, pelea; cuando ayudes, ayuda y cuando lo intentes, de verdad inténtalo; cuando avances, avanza, y cuando juegues, juega; y cuando sufras, sufre; cuando ganes, gana, y cuando pierdas, sobre todo cuando pierdas, pierde”.

El propósito se logra diariamente, en el aquí y el ahora, no se deja para después, como tantas veces lo hacemos. Cierro con una frase que me gusta mucho, es de Mario Benedetti.

“Todo aquel que deja para después, un gustito, un amor, un café, evidentemente no está consciente de lo efímera que es la vida”.

¡Atrévase a ser feliz!

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