Josué Alvarado
La fuerza de trabajo se define como la cantidad de personas que tienen empleo más aquellas que andan en busca de uno.
Para el primer trimestre del 2020 (antes de que iniciara la pandemia) la “fuerza” de Costa Rica llegaba a 2.522.328 personas. Sin embargo, para el cierre de junio del 2022 bajó a 2.462.461.
Esto representa una reducción de 59.867 personas.
“Producto de la pandemia se da una salida abrupta de población del mercado laboral. Personas que se vieron obligadas a dejar su trabajo.
“Y mayoritariamente eran personas con las condiciones más desvetajosas en términos de salarios e informalidad, entre otras variables”, dijo el economista de la Universidad Nacional, Greivin Salazar.
Distintas razones llevan a las personas a tomar la decisión de desistir en su búsqueda de trabajo.
Un reciente análisis hecho por economistas de la Universidad Nacional (UNA) concluye que, en el caso de las mujeres, la principal razón por la que dejan de ser parte de la fuerza de trabajo, es porque deben hacerse cargo de las responsabilidades del hogar.
En otros casos, se trata de personas que trabajaban en el ámbito informal, a las cuales el sistema las expulsó con mayor facilidad durante la pandemia y que ahora se les hace más complicado reinsertarse.
“Hay que tener presente que es un mercado laboral más pequeño”, advirtió el economista.
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De la fuerza laboral reportada en el 2020, unos 2.208.000 estaban ocupadas y las demás en busca de empleo.
Esa cifra es menor actualmente. De la fuerza laboral actual 2.170.701 ya tienen un trabajo y las otras más de 290.000 buscan uno.
Posible aumento en la pobreza
Ante las consultas de El Observador el economista Greivin Salazar comentó que no hay una estadística clara sobre los efectos que genera esta pérdida en la fuerza laboral.
Sin embargo, explicó que como es de esperar, cuando en un hogar alguna de las personas que lo conforman deja de generar ingresos la economía se deteriora.
Señaló que esta pérdida de personas trabajadoras o en busca de un puesto podría tener un efecto en los índices de pobreza.
Por otro lado, dijo que un sector dentro de estos expulsados de la fuerza laboral podrían compensar con ahorros, sin embargo enfatizó en que podría ser un grupo pequeño.
Vea sus declaraciones a continuación:
Cuidadosa interpretación de las cifras de desempleo
Recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) ha reportado cifras más bajas de desempleo.
Sin embargo, Salazar alertó que estas cifras hay que verlas con mucho recelo. Actualmente, esta caída en el desempleo no solo responde a que las personas encuentran trabajo, sino a que otras están saliendo de la fuerza laboral, es decir, desisten en su plan por generar recursos.
“Es un mejoramiento relativo en el sentido de que no es que mejoraron los indicadores, si no que las personas en condiciones más vulnerables salieron del mercado laboral y, por lo tanto, ya no entran en esa estadística.
“Hoy a la fecha hay menos personas desempleadas que al inicio de la pandemia, lo que en principio uno podría pensar que es positivo. Pero lo que ha sucedido es que hay personas desempleadas que salieron del mercado laboral”, comentó el economista ante las consultas de este medio.
De esta forma, según los cálculos hechos por los economistas de la UNA el país no solo tiene que volver a los niveles de personas ocupadas y de desempleo registrados a inicios del 2020.
También tiene que recuperar la fuerza laboral que se reportaba en aquel periodo.
