Tomás Gómez
Fue jueves, justo cuando la mayoría de personas terminaban de almorzar. Días antes se habían sentido sismos leves pero ese 8 de enero, al ser exactamente la 1:21 de la tarde, un terremoto sacudió el centro del país como hacía años no pasaba.
Los muertos se contaron por decenas y el impacto económico, tanto en el turismo como la agroindustria y hasta la energía, se hizo sentir.
De ese evento, que marcó el inicio del 2009, se cumplen 14 años.
La advertencia del día antes
La activación geológica de la zona se manifestó un día antes.
Un temblor de 4,6 en la mañana del 7 de enero del 2009 puso en el mapa a Cinchona, una zona antes conocida por los paisajes y algunos productos agrícolas.
Sin embargo, ese sismo premonitorio estuvo lejos de poder compararse con el del día siguiente.
Fueron 6,2 grados que acabaron oficialmente con 25 vidas y dejaron 17 desaparecidos.
Aunque ha habido otros eventos más fuertes (el Terremoto de Nicoya del 2012 fue de 7,6), esa estela trágica mantiene a Cinchona como el terremoto más trágico en lo que va del Siglo XXI.
Lo que dice la ciencia sobre Cinchona
Según el análisis de la Red Sismológica Nacional el terremoto de Cinchona se originó en la Falla El Ángel-Varablanca.
El terremoto se sintió en todo el país pero la Escala Mercalli, que mide el impacto de los terremotos a partir de los daños en infraestructura identificó una especial devastación en algunos puntos de Heredia.
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Cinchona e Isla Bonita llegaron al grado IX, lo que implica un daño generalizado y con infraestructura dañada desde las bases.
Varablanca, Poasito y Cariblanco, por su parte, estuvieron entre VII y VIII.
“En Cinchona se dieron cambios importantes en la topografía y relieve, 90% de destrucción en casas, escuelas, iglesias, negocios e industrias”, resumió la evaluación de los expertos.
Zona propensa al terremoto
El potencial sísmico de Cinchona es reconocido de manera histórica.
En su inventario de terremotos destacan: 1851 (6,0), 1888 (6,0), 1911 (6,1), 1912 (6,1) y 1955 (5,8). Además entre junio y julio del 2005 hubo un enjambre sísmico focalizado.
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Por su cercanía, Alajuela y Heredia han terminado siendo las ciudades más afectadas por estos movimientos, que desde luego repercuten en todos los poblados de la región.
