Hermes Solano
El director de despacho de Rodrigo Chaves, Gabriel Aguilar y la expresidenta del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Gloriana López Fuscaldo, no asistieron a la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa.
Ambos estaban convocados a comparecencia para este jueves, luego de que la semana anterior López diera a conocer que Aguilar la llamó el 22 de marzo anterior para que revisara un caso de los hijos de Leonel Baruch.
“Dice el jefe que se tiene que tratar con mucho cuidado”, contó la exfuncionaria sobre lo que le dijo Aguilar, en referencia al presidente Rodrigo Chaves.
Sin embargo, ninguno de los dos se presentó al órgano legislativo.
Aguilar envió un correo electrónico indicando que se encontraba en Guanacaste en la gira presidencial y que su presencia ahí era indispensable, por lo que no se podía presentar ante los legisladores.
La Comisión sesionará el próximo lunes y convocará para ese día a Aguilar.
Por su parte, López Fuscaldo también envió un correo señalando problemas de salud para no estar presente en la audiencia.
“Lamento informar que no estoy en condiciones médicas de presentarme a la audiencia. He esperado hasta el último minuto monitoreando mi frecuencia cardíaca, pero no estoy bien”, indica el escrito, que llegó minutos antes del arranque de la comisión.
Casa Presidencial.
Bajeza
En el mismo correo electrónico, la exjerarca del PANI hizo una declaración, reiterando sus palabras de la semana anterior, en la que señaló que la vicepresidenta Mary Munive la visitó en su casa y su despacho y que el presidente Chaves le ofreció la Embajada de Perú para que dejara su puesto.
También tuvo palabras para el mandatario, que el martes dijo que lo declarado por la exfuncionaria era “en el mejor de los casos, fantasioso y absurdo”.
“Usted anoche, que vi el video, perdió el respeto de esta señora y de su hijo. Porque lamentablemente ese muchacho escuchó cómo usted difamó a su madre”, señaló López.
La exjerarca siguió, considerando una bajeza la amenaza que tiró el presidente, de mostrar documentos, y demás sobre ella.
“Aún peor, me amenazó en cámaras con mostrar no sé qué documentos y no cuáles chats. ¡Qué bajeza! En nombre de mi pequeña familia de dos, en nombre de cada mujer que se haya sentido amedrentada por un hombre agresivo cuyos ademanes en cámaras fueron despectivos cuando se refería a mí, ES SUFICIENTE”.
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