Tomás Gómez
Decenas de animales silvestres como ardillas, perezosos, monos, martillas, zorros y aves tienen cada año accidentes eléctricos por su interacción con los cables y transformadores cerca de sus hábitats.
Por esta razón, una nueva normativa busca marcar aún más las responsabilidades de las empresas que colocan infraestructura.
Se trata del Decreto 44.329-MINAE, que oficializó los instrumentos para la prevención y mitigación de este tipo de accidentes.
Desde 2018 el país dio algunos pasos en la materia. Ahora se determina que el cumplimiento de normas de seguridad a favor de la fauna tendría impacto en procesos como concursos públicos.
Por ejemplo, se insta a que entes como la Autoridad Reguladora o Aresep tomen en cuenta el cumplimiento de esas medidas a favor de la fauna para el otorgamiento o la renovación de permisos, licencias, patentes, concesiones y otros trámites.
También se obliga a que la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) incluya dentro de las evaluaciones de impacto ambiental la adopción de los indicadores de seguridad.
Otro punto llamativo es que se deposita en las empresas la responsabilidad de garantizar la atención de los animales que resulten víctimas de accidentes en sus activos:
Las empresas concesionarias de generación, trasmisión o distribución eléctrica coordinarán
con otros actores para establecer los mecanismos para la atención de animales de vida silvestre que sobrevivan a la electrocución con los Centros de Rescate de Fauna Silvestre autorizados.Los costos asociados a estos procesos, incluyendo traslados, atención veterinaria, manutención en caso de cautiverio permanente, procesos para su rehabilitación y reinserción al hábitat
ARTÍCULO 14, DECRETO 44.329-MINAE
deberán ser convenidos entre la empresa, otros actores y el sitio de manejo que atiende a los animales silvestres heridos o huérfanos.
Más cuidados con la electricidad
El decreto abarca otras medidas a tomar en cuenta en materia de electricidad, sobre todo para prevenir afectaciones en los ecosistemas más vulnerables.
Entre otras, destacan:
- Se debe prevenir fragmentar los espacios naturales al instalar las redes eléctricas
- Mapear las zonas de más accidentes para generar acciones de impacto
- Tener especial cuidado con las especies en extinción, población disminuida, endémicas; o asociadas a áreas ambientalmente frágiles
- En áreas de peligro de caída de árboles se debe valorar el cableado subterráneo
Un peligro en hábitats interrumpidos
Según el Sistema Nacional de Áreas de Conversación, solo en el 2022 la lista de animales afectados llegó a 117 fallecimientos, una cifra que aumentó respecto a los años anteriores.
El director del Hospital Veterinario de la Universidad Nacional (UNA), Mauricio Jiménez, detalló que los registros suelen aparecer en zonas más rurales. En estas aún quedan parches boscosos que terminan intervenidos o cortados, lo que deja a los animales sin puentes naturales.
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De manera previa, las empresas ya han ido tomando medidas de prevención de los incidentes, por ejemplo:
- Instalación de dispositivos anti-escalamiento para que los animales no puedan subir por los cables.
- Uso de electrostáticos en aisladores de porcelana.
- Aislantes para transformadores tanto de la red eléctrica como de equipos dentro de subestaciones convencionales.
- Instalación de transformadores con pintura dieléctrica que aísla 12.000 voltios, para evitar electrocución de aves que hacen nido en las tapas.
- Colocación de pasos para fauna arborícola en áreas vulnerables, como medida complementaria a los dispositivos tipo barrera y tipo aislante.
