Desde la Columna
Sugar Memories para El Observador
En esta ocasión buscamos un lugar para disfrutar de un buen brunch en el área oeste de la ciudad. Aprovechando que hace unas semanas abrieron su nuevo local en uno de mis centros comerciales favoritos, Avenida Escazú, decidimos visitar Filippo.
Para esta mañana de brunch, el Sol estuvo a nuestro favor y aprovechamos para disfrutar de la terraza. Con sus mesas de terrazo rosado y plantas en la entrada transmiten un ambiente sumamente acogedor para un brunch de fin de semana.
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Pero bueno, ¡a lo que vinimos!
Filippo en Avenida Escazú ofrece un menú de desayunos realmente extenso y se nos hizo difícil la elección entre tan buenas opciones. Los waffles, el tradicional gallo pinto, tostadas y una gran variedad de huevos benedictinos son tan sólo alguno de los platillos que ofrecen.
El café nos sorprendió con su dulzor y ese toque ácido característico de la variedad de granos de nuestro país. Como dato importante siempre soliciten el café a una temperatura alta, en mi gusto personal, nada mejor que un buen café realmente caliente.
Para mi primera elección en Filippo me incliné por un desayuno americano, que incluye: waffles, huevos y tocineta, acompañado de dos bebidas: café y jugo de naranja.
Este tipo de desayuno es siempre una de mis elecciones favoritas para un brunch dominguero, la combinación de dulce y salado es espectacular.
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Los Waffles tenían esa consistencia que siempre esperamos de ellos, un poco crujientes y por supuesto calientitos.
Como segunda opción probamos los huevos rancheros. Lo que más me gustó de estos huevos rancheros fue una salsa de tomate levemente picante, acompañada con un poco de frijoles. Esto me llamó muchísimo la atención, ya que no es usual encontrar esta forma de preparación en Costa Rica.
Seguimos con el menú
De tercera opción y realmente la que se robó toda mi atención durante el brunch en Filippo fueron los huevos benedictinos con jamón. Usualmente elijo los benedictinos con salmón, pero en esta ocasión quise variar y complacer a mis compañeros de brunch.
Estos huevos benedictinos venían con la deliciosa salsa holandesa que los caracteriza. La cocción de los huevos estuvo perfecta y al punto. Como lo he mencionado en otras reseñas, no cualquiera logra este punto ideal de cocción.
Para terminar con un buen postre no podían faltar las deliciosas tostadas francesas con frutas, y con mi elección clásica de siempre, miel de maple. Estuvieron realmente deliciosas, tostaditas por fuera y súper suaves, llenas de sabor por dentro. Sólo para que tengan una idea de la delicia de estas tostadas… tuvimos que repetirlas.
El Sol, el ambiente, la delicia de platillos y la compañía fueron una combinación perfecta para tener un excelente brunch en Filippo.
¿Y cuánto le damos de calificación?
También tengo que comentarles sobre la opción de mesas internas con las que cuenta el nuevo local.
Realmente cada detalle fue pensado para que sus clientes disfruten de una buena experiencia, y sin duda alguna volvería a probar todos los demás platillos que me hicieron falta por degustar.
En resumen, Filippo se ganó 10 de 10 en cuanto servicio, ambiente, colorido de sus platillos y por su puesto en sabor.
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Agradecemos a Maureen y a todos los chicos que nos atendieron ese día y nos permitieron disfrutar del brunch.
Y para todos aquellos en el oeste de la ciudad, no duden en visitar este precioso local de Filippo, en Avenida Escazú.
Desde la Columna
