Tomás Gómez
Una de las principales preocupaciones del fentanilo, conocido como “droga zombie”, es el grado de adicción. Los distribuidores aprovechan esa condición y no fue la excepción en la primera banda distribuidora de esta sustancia detectada en Costa Rica.
El operativo se desarrolló en Tibás, San Sebastián y La Guácima de Alajuela. Es la primera vez que se desarticula una organización de este tipo en Costa Rica y la región.
Los operativos se realizaron con participación de agentes de la Policía de Control de Drogas (PCD) y la dirección del Ministerio Público. También hubo colaboración de la Administración de Control de Drogas (DEA, sigla en inglés) de Estados Unidos.
Sobre la distribución del fentanilo en Costa Rica, se logró determinar su venta en bares de San José y Escazú. El detalle estuvo en que no se advertía de su contenido, sino que se hacía pasar por otras sustancias.
“No solo encontramos fentanilo, encontramos que la misma no le informaba a sus consumidores de que se trataba de fentanilo”, alertó el ministro de Seguridad, Mario Zamora, en conferencia de prensa pasado el mediodía.
Finalmente alertó sobre la presentación en pastillas de tonos celestes o rosados, que camuflan todo el peligro.
“Se usa el engaño de vender fentanilo cómo si fuera extasis para generar adicción”, agregó el jerarca.
Por su parte, el fiscal general, Carlo Díaz, llamó la atención también sobre la potencia de la sustancia. Según definió, se trata de la droga más potente del mercado, con 50 veces más alcances que la heroína.
Venta y producción
La intervención de este martes logró el decomiso de 1.100 pastillas de fentanilo.
No obstante, la preocupación es mayor porque no solo se almacenaban los ejemplares sino que se procesaban.
Esto generó aún más alarma porque se trata de una presencia mucho más amplia.
Los detenidos
El corte de los operativos hasta ahora es de cuatro detenidos. Además se investigaba a una quinta persona que fue víctima de homicidio en el proceso.
Estos son:
1. Valdivia, costarricense, líder de la organización, con antecedentes por robo agravado.
2. Hernández, costarricense, pareja sentimental de Valdivia, líder de la organización, sin antecedentes.
3. Martínez, colombiano, función de transporte, custodia y venta.
4. Arroyo, costarricense, función de transporte, custodia y venta.
5. Corrales, quien fue víctima de homicidio durante la investigación. Tenía antecedentes por robo simple, robo agravado, falsificación de documentos, agresión con arma, tráfico de drogas, tentativa de homicidio y simulación de delito.
