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Popcorn506 para El Observador
Llevábamos tiempo esperando que llegara Gen V. Tenemos necesidad de seguir consumiendo producciones del universo de The Boys y sabíamos que esta iba a ser una gran oportunidad para disfrutarlo y descubrir nuevos personajes y tramas.
Y no nos ha decepcionado, para nada. Han sido ocho capítulos que, vistos semana tras semana iban provocando esa sensación de dependencia.
Tanto así que una vez terminada nos ha dejado con un sentimiento aún mayor, casi de soledad, esperando a que llegue la continuación o que, al menos, nos traigan ya la cuarta temporada de los chicos mayores.
La vida universitaria de unos jóvenes superhéroes
Gen V nos cuenta la historia de unos jóvenes superhéroes, que acuden a la universidad donde empiezan a prepararse para formar parte de ese mundo tan materialista y perverso de Vought.
De hecho, los mejores pueden incluso alcanzar el premio más deseado de todos: formar parte de Los Siete. Para ello, no solo tienen que adquirir unos conocimientos específicos e ir madurando como personas –tal y como hacen todos los universitarios, por cierto–, sino que deben aprender a lidiar con sus superpoderes.
Pero lo que podría parecer la típica vida universitaria para nuestros protagonistas se convierte, rápidamente, en una historia con muchos matices ocultos, en los que, como siempre, Vought tiene mucho que ver y hay mucho por destapar.
Tramas heredadas
No hay mucho que destacar en lo concerniente a las tramas principales. No es éste el punto por el que va a destacar Gen V, ya que su máxima fuerza es apoyarse en la serie matriz.
De ahí es de donde bebe toda la originalidad y gran parte de su fuerza. Los personajes que tenemos aquí son, al igual que en la serie mayor, algo irregulares.
Unos tienen un gran magnetismo y otros son un poco más complicados de entender. Pero, en su conjunto, todos van encajando como las piezas de un puzzle que solo se visualiza cuando está la foto completa.
El descaro de The Boys
Ahora bien, si algo sigue presente y con la misma intensidad es el atrevimiento típico del universo The Boys.
El humor negro es base fundamental de la serie y de este spin off, pero ese punto extra de descaro, de exhibicionismo y de irreverencia se mantiene del mismo modo. Hablamos de un modo que está tan medido y repartido que funciona a la perfección, lo justo para sorprender, provocar y no saturar.
De la misma manera, otras virtudes de la serie original siguen presentes, la excelente precisión técnica en términos de efectos, montaje y demás aspectos visuales, y de la potencia tan abrumadora que tienen las escenas de acción.
Aquí, nuevamente, las peleas están deliciosamente coreografiadas y los golpes, que los hay y fuertes, se llegan a sentir casi en la propia carne por la acertada planificación en su filmación.
Una serie que amplía el espectro
Como decíamos al comienzo: esta serie es el entremés perfecto antes de la llegada de la cuarta temporada de The Boys. Sabe mantener el carisma y juega muy bien con la tremenda variedad de personajes presentes. Para esto se aprovechan no solo las personalidades de cada uno, sino los poderes únicos y hasta extravagantes que poseen.
El punto distintivo es que Gen V nos plantea otro tipo de conflictos, igualmente interesantes, relacionados mayormente con la edad adolescente y juvenil de los protagonistas.
Es el modo de atraer a un nuevo tipo de público y, por fortuna, resulta muy adecuado, ya que ese tono y ese humor irreverente son idóneos para este tipo de tramas.
Estaremos encantados de ir alternando, a partir de ahora, temporadas de los grandes y de los menores, porque este universo sigue dando señales de pura energía, con muchas sorpresas por llegar y muchas cuestiones por resolver.
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