Natalia C. Alfaro para El Observador
No puedo contar las infinitas veces que escucho en redes sociales, en congresos, foros, cursos la frase “genere valor a su cliente”, “cree contenido de valor”, “diseñe soluciones de valor centradas en el usuario”. Pues la verdad es que “Valor” es un concepto muy abstracto.
El cerebro no entiende fácil cosas abstractas y si no lo entiende no conecta, y si su mensaje no conecta no se vende. Pero hilemos incluso otro escenario: aunque lo venda, consumir su producto o servicio será más aburrido, pasco e insípido que las papas fritas añejas.
¿Qué hacer?
- Entender que el “valor” se valida, no se crea de manera aleatoria o basado en mis gustos, capacidades y preferencias.
- Utilizar neuro innovación para acceder al inconsciente de las personas y descifrar lo que ellos van a tangibilizar como valor. El cerebro reptiliano, límbico y córtex perciben “valor” como algo distinto. Hay que profundizar, darle doble click a cada uno de los elementos detonadores en cada cerebro y, a partir de ahí, unificarlos en un sólo mensaje claro y pragmático.
Algo muy importante de decir en este momento y de verdad con todo el cariño, los invito a que dejen de vivir debajo de una piedra pensando que “calidad, precio y servicio” son los elementos diferenciadores para aportar valor… eso es lo MÍNIMO que los consumidores están esperando.
A los consumidores (pero me gusta más referirme a personas) les gustan marcas, productos y servicios que:
- Tengan una personalidad y estilo de vida similar al de ellos.
- Los inspire a cumplir sus metas personales y les contagie entusiasmo.
- Los sorprenda y los divierta.
- Apoye una causa social importante.
- Les brinde trajes a la medida (soluciones personalizadas).
- Supere las expectativas y cuide hasta el más mínimo detalle.
Así que si desea redefinir el mensaje y propuesta de valor de su producto o servicio, mi método licuadora de pensamientos le espera. Sólo dele click aquí y envíeme la palabra valor.