Hermes Solano
La ampliación de la Ruta 27 entre San José y Caldera es un tema que está en la mesa de análisis del Gobierno de Rodrigo Chaves; sin embargo, no hay claridad respecto a cómo se hará.
Este miércoles en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el mandatario y el vicepresidente Stephan Brunner hablaron del tema.
Incluso, señalaron que hay varias posibilidades respecto a esta vía, una de ellas es la de rescindir la concesión con la empresa española Globalvía.
“Estamos evaluando todas las posibilidades que hay, todas las modalidades, incluyendo que sea la misma concesionaria que diseñe y construya esa ampliación, hasta el otro extremo que no sea ella la que lo haga”, señaló Brunner.
El vicepresidente añadió que si se escoge esta segunda alternativa, es porque el contrato se rompería.
“Se rescindiría el contrato anticipadamente y que lo haga el gobierno (la ampliación)”.
El principal obstáculo que tiene el Poder Ejecutivo es el económico, sea cual sea la decisión que se tome.
“Toda la gama de posibilidades las tenemos abiertas, no se ha tomado la decisión porque son montos muy altos que están en juego, tanto la recisión, como la construcción”, dijo Brunner.
Al contrato con Globalvía le quedan 11 años; es decir, llega hasta 2033 y cortar antes el ligamen implicaría un pago de indemnización millonario.
En cuanto a la ampliación, se estimó entre $500 millones y $600 millones.
Rodrigo Chaves amplió sobre lo que se analiza del futuro de la Ruta 27, este miércoles en Casa Presidencial.
Criticó contrato
El mandatario costarricense criticó el contrato que se firmó en 1998, dudando del patriotismo de las personas que lo firmaron.
“En 1998 le dieron una tasa de interés, implícita de retorno, del 16% real en dólares, cuando las tasas eran bajísimas, por eso estamos pagando lo que estamos pagando”, señaló.
Dice que la tasa debió ser la cuarta parte de lo que se está pagando y que por ello hoy los costarricense lo sufren en el bolsillo con las tarifas que se pagan en los peajes.
“Esa es la realidad la que nos encontramos con ese contrato. La estamos pagando a través de los peajes”, manifestó.
Dice que las cláusulas de ese contrato limitan las opciones que se tienen y calificó de vergüenza ajena la situación.
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Mesa de negociación
En el Gobierno de Carlos Alvarado se había instaurado una mesa de negociación para definir la ampliación de la ruta.
Globalvía dividió la construcción en tres etapas: una desde el Gimnasio Nacional hasta el intercambio de Siquiares; la segunda desde los intercambios Siquiares-Balsa hasta Orotina-Caldera y también la modernización de Atenas y Orotina.
De aprobarse esa modernización, el contrato se prorrogaría entre 15 y 20 años.
