Sergio Arce
Luno, el perro que está retenido en una perrera desde el 13 de marzo en el aeropuerto de Barajas en Madrid, España, está nervioso, destrozado (llora mucho) y, por si no fuera poco, tiene una herida en su cabecita.
Esta es la realidad que vive la pequeña mascota en Madrid, según contó este jueves a El Observador Mónica Olivares, responsable de la Asociación para la Gestión Ética y Responsable de Animales Abandonados (Ageraa).
Esta agrupación le ha dado soporte a Andrea Torres desde que se dio a conocer su caso en medios de prensa locales e internacionales.
El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) también se ha unido en la defensa de Andrea y Luno ante diferentes instancias.
La más reciente es el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que esta semana admitió un recurso interpuesto contra la retención del animal. Este cuerpo judicial podría adoptar una medida expedita (vía rápida y de emergencia).
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¿Qué le pasó a Luno?
Olivares no ocultó su molestia y pesar por la situación que viven Andrea y Luno desde hace casi tres meses.
Ella comentó que en vista de que el animalito no cumplía con una serie de requisitos establecidos en la regulación europea, referente al ingreso de animales, Luno fue enviado a una perrera al área de carga del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
En circunstancias que no se han esclarecido, Luno presenta una herida en una cabeza.
“A Luno lo envían a un jaulón que a lo mucho es para que un animal esté un día… ¡Y eso ya es mucho! En ese jaulón se hizo una herida en el cráneo que no tenía cuando llegó a España”, expresó Olivera a este medio.
Esta es la herida que Luno tiene en su cabecita y que no tenía a su ingreso a España.
La representante de Ageraa asegura que los responsables del área veterinaria de la terminal no dan explicaciones sobre lo ocurrido.
Tampoco -agrega- dan cuentas sobre el tratamiento que le dieron a Luno tras el suceso en la perrera.
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Desolado en una perrera pública
Olivera relató que Luno estuvo 20 días en esa perrera del área de cargo de la terminal aérea. Posteriormente el animal fue enviado a una perrera pública de la capital española.
Esto a pesar de que la legislación europea -Reglamento 576/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo- establece que los animales pueden ser enviados a una cuarentena mientras se cumplen los requisitos de ingreso.
Olivera comentó que, según sus fuentes del aeropuerto, a Luno le colocaron un microchip y lo vacunaron contra la rabia (lo que no tenía a su llegada al país ibérico). Ante esto el animalito pudo haber sido enviado con su dueña. Pero esto no ocurrió.
Ahora la mascota está con otros animales -muchos de ellos de la calle- y encerrado en una pequeña jaula.
“A Andrea solo se la ha permitido entrar a verlo dos horas diarias, como mucho, habiendo ella decidido quedarse en Madrid, a pesar de que es de otra provincia de España. Solo le han permitido que lo vea de lunes a viernes, no los fines de semana ni días festivos.
“Ella ve al animalito destrozado. Nos cuenta que cuando se despide de Luno es un momento de absoluta tristeza, porque el animal se va nervioso, llorando, porque se va a una jaula. El animal no entiende por qué está pasando eso”, expresó la encargada de Ageraa.
Olivera confía en que las autoridades judiciales de Madrid se pronuncien pronto, en vista de que el 13 de junio Luno cumplirá tres meses encerrado.
La legislación europea da un plazo máximo de 90 días para casos como el de la mascota de Andrea Torres, que no pierde la esperanza de recuperar a su mascota.
Entretanto, Ageraa habilitó una campaña en el sitio Change.org para darle mayor eco a este caso y que se logre la liberación de Luno.
La meta que se planteó la asociación es lograr 150.000 firmas. Por ahora han logrado 75,017. Usted puede unirse a esta campaña en este link: petición por Luno.
