Josué Alvarado
Durante febrero las autoridades del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) han firmado contratos con tres empresas privadas de generación eléctrica, a las cuales se les comprará su producción.
Este martes 14 de febrero se cerró el negocio con las empresas P.H. Don Pedro S.A. y P.H. Río Volcán S.A, ambas plantas hidroeléctricas.
A inicios de febrero también se firmó un contrato con la Hidroeléctrica Tapezco, con el mismo fin.
La firma de este martes se hizo por cinco años, prorrogables por la misma cantidad de tiempo. Según el ICE, en estos nuevos contratos se pagará un 59% menos por kilovatio hora, en comparación con contratos anteriores.
El acuerdo contempla la compra de electricidad con un compromiso mensual firme para una capacidad de 14.000 kilovatios para P.H. Don Pedro y 17.000 kilovatios para P.H. Río Volcán.
Esto equivale a la demanda de unos 42.000 hogares por mes.
El gerente de Electricidad del ICE, Roberto Quirós, señaló que esto les permite tener previsiones para la época seca, en la que las hidroeléctricas de la institución podrían bajar su producción, como respuesta al comportamiento del caudal.
“Esta es una buena noticia para Costa Rica, que traerá, además de confiabilidad energética, beneficios municipales para las regiones de Sarapiquí y Alajuela, con la activación de encadenamientos económicos y contribuciones al desarrollo de proyectos de valor compartido que potencien el territorio”, señaló la gerente general de la compañía Enel Costa Rica.
OBSERVE MÁS: Proyecto pretende corregir imposibilidad de los generadores privados para exportar energía
Llegan a acuerdo tras complicadas negociaciones
Hasta finales de enero el ICE y los generadores privados no habían llegado a un acuerdo sobre las condiciones de compra de electricidad.
“El ICE requeriría esta energía para el verano, pero la respuesta de los productores privados no ha sido la esperada”, informó el instituto a través de un comunicado de prensa, el martes 17 de enero.
Posterior a eso, desde febrero se empezaron a firmar algunos de ellos.
Se estima que para finales del 2022 unas 11 plantas de este tipo habían salido de operación, debido a que el ICE no les compraba electricidad.
Tampoco pueden comerciarla con otros distribuidores, empresas o en el mercado regional, pues la ley les permite vender su producción únicamente al ICE, situación que pretende ser corregida a través de un proyecto de ley.
