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IMN prevé afectación moderada del fenómeno El Niño en Costa Rica de agosto a octubre

El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) prevé de agosto a octubre la afectación moderada del fenómeno El Niño en Costa Rica….

Por Mariana Mena

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IMN prevé afectación moderada del fenómeno El Niño en Costa Rica de agosto a octubre
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El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) prevé de agosto a octubre la afectación moderada del fenómeno El Niño en Costa Rica.

Así lo expuso Karina Hernández, de la Comisión Interinstitucional del ENOS en una charla sobre la preparación de las instituciones ante los impactos de este fenómeno.

También participó el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible.

“Para lo que resta de julio, vemos que hay un déficit de lluvias en el Pacífico Norte, pero no llega al Valle Central y el resto del Pacífico. Mientras que en agosto, prevemos un déficit de hasta el 15% en el Valle Central que puede alcanzar hasta el 20% en el Pacífico Norte”, comentó.

“Mientras que para el Caribe y la Zona Norte Oriental, se espera un excedente de lluvias hasta el 15%, que coincide con un efecto del fenómeno El Niño”, comentó.

Entre los efectos que genera este fenómeno, destaca condiciones deficitarias en la vertiente del Pacífico mientras que en la Zona Norte y el Caribe es un exceso de lluvias.

Según destacó hay una “lucha” entre las temperaturas superficiales del océano Atlántico y el Pacífico Ecuatorial, ya que ambas han sido excesivamente cálidas.

“Se espera que aún en julio y agosto, el Atlántico siga manteniendo la condición cálida; para setiembre, ya empiece a ganar El Niño, entonces se va a dar un mayor déficit alcanzado la vertiente del Pacífico y el Valle Central”, señaló Hernández.

Además, la fase de El Niño, puede ser moderada o intensa y generar:

  • Disminución en la formación de Ciclones Tropicales
  • Altas temperaturas
  • Déficit de lluvia en el Pacífico y Valle Central
  • Exceso de lluvias en la Vertiente del Caribe

El sector ganadero y agricultura del Pacífico y Valle Central son los más afectados con El Niño. (El Observador)

 

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Temperaturas

Por otro lado, la especialista destacó que efectivamente las temperaturas desde mayo a la fecha, han sido más altas de lo normal. Contrario a los primeros cuatro meses, que fueron más bajas de lo normal.

De acuerdo con los datos, desde la segunda quincena de abril se dio un aumento que para el mes siguiente, alcanzó las máximas de este 2023.

“Si vimos en los registros anomalías que llegan hasta los 3 grados más en algunas regiones del país. No se sostuvo todo el mes la situación, pero sí hubo una seguidilla de días con temperaturas más altas”, enfatizó.

Además, los registros también señalan que las temperaturas mínimas han sido más bajas en comparación con el mismo periodo del 2022.

“Cuando hay déficit de lluvias, tenemos menos cobertura nubosa y por ende, hay más ingreso de radiación y aumento de la temperatura”, comentó la experta.

Como parte de lo que incidió en la temperatura, es un cambio muy abrupto en las temperaturas del océano, desde los últimos meses, así como una entrada tardía de la época lluviosa del 2023.

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Ganadería y agricultura

Mientras que desde el MAG, se unieron al llamado de advertencia, por los impactos en el sector, especialmente el ganadero.

“El Niño en la zona del Pacífico genera un déficit de lluvia y en el Atlántico, en algunas ocasiones exceso; por eso es muy importante tomar las previsiones del caso”, resaltó Fernando Vargas, viceministro del MAG.

Según los datos de este 2023, hay un decrecimiento en la producción de carne bovina, aproximadamente 2.800 cabezas menos con respecto al mismo período del 2022.

“Desde la Corporación Ganadera vemos con preocupación el impacto de El Niño en medio del invierno 2023. Son meses donde se cuenta con mejor pastura y se obtienen mejores resultados en la ganancia de peso de los animales. Una situación de sequía o un incremento en lluvias, puede degradar la calidad de la pastura comprometiendo la producción”, comentó Leonardo Murillo de la Corporación.

De acuerdo con los registros del IMN, la sequía del 2014-2015 provocada por una fase Niño, fue la más intensa desde 1930. Generó gran afectación en el sector agrícola y ganadero, de la vertiente del Pacífico.

“La política pública desde el 2015, ha ido en la línea de mitigación y adaptación al cambio climático, pero existe una gran cantidad de fincas vulnerables y en proceso de transición a tecnologías más resilientes”, señaló el MAG.

Entre las acciones para apoyar al sector, destaca la capacitación y la apertura de financiamientos para que los productores puedan optar por semillas, equipos, alimentos y otros que generen el menor impacto.