Tomás Gómez
Minutos antes de las 9:30 de la mañana de este martes, la exdefensora Ofelia Taitelbaum volvió al banquillo por el caso de supuestas irregularidades en el pago de impuestos.
Una hora después, el proceso ya había terminado y, según los jueces, el resultado final se conocerá el jueves a las 8:30 de la mañana.
En 2019 ya se había dado una condena a 9 años de cárcel por 29 delitos de uso de documento falso. En la apelación, sin embargo, se pidió revisar ese monto, la eventual existencia de delitos adicionales y un cobro por daños al Estado.
Esas revisiones estaban previstas para el nuevo juicio, programado para extenderse desde este martes y hasta el jueves, pero que concluyó rápidamente.
Las partes coincidieron en que se revisarían los delitos ya juzgados, por lo que prescindieron de volver a incorporar documentos y llamar testigos.
La Fiscalía leyó una versión rápida de la acusación y la imputada se abstuvo de declarar. Solo al final dio unas palabras de agradecimiento por el tiempo dedicado. Terminadas esas etapas, los jueces procedieron a retirarse.
¿Qué se pide contra Ofelia Taitelbaum?
En la primera versión del juicio, se condenó a una pena de 3 años por cada delito. Aunque se generaba una sanción de 89 años, aplicando las normativas del concurso jurídico, la condena puede ser de máximo tres veces la sanción por cada delito individual y fue así como se llegó a los 9 años.
Con los nuevos argumentos, se estableció en 2,5 años la pena por cada ilícito. Con ello la condena se elevaría a 72,5 años, que se adecúa a 7,5 años.
Según el Fiscal Ronald Segura, hay varios elementos para justificar el reproche contra Ofelia Taitelbaum.
Estos abarcan:
- La política tenía una amplia formación académica
- Al momento de los hechos, la imputada era funcionaria pública con alto salario
- Se trató de un tema de impuestos que afectaba por tanto el patrimonio del Estado
- Los hechos afectaron a una costurera de San Carlos que no pudo obtener un seguro
- Se usó un teléfono de la Defensoría para llamar a la persona afectada y pedirle que cambiara la declaración que había dado a la prensa
- La conducta fue reiterativa
“Doña Ofelia no es una persona que necesitara de ese dinero”, resaltó el Fiscal al sostener que no había justificación para sus hechos.
No obstante, a eso sumó los elementos personales de la imputada, entre ellos: la edad, que era el primer delito que se le juzgaba y su entorno familiar.
La Procuraduría, por su parte, sí mantiene su posición.
Su representante, Miguel Cortés, tasó en ¢5 millones la eventual afectación que se debería cobrarse. En su caso, retomó los reproches contra la exfuncionaria por el cargo que ostentaba.
El caso de la costurera
El proceso contra Taitelbaum estalló en 2014 cuando una vecina de San Carlos, llamada María de los Ángeles Otárola, intentó asegurarse.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) le informó que aparecía con actividades económicas propias y que declaraba impuestos ante Hacienda, por lo que no se le podía otorgar el seguro solicitado.
Al pedir mayor información, le explicaron que desde el 2004, ella salía como contribuyente de impuesto sobre la renta gracias a sus servicios de “asesoría profesional” a la empresa Beyof, de la cual Taitelbaum aparecía como socia, escenario que no era cierto.
En medio de la cobertura periodística, se develaron también llamadas de Taitelbaum a la mujer.
Cuando la investigación se hizo pública, la jerarca llevaba dos meses de su segundo periodo como Defensora. Renunció días después ante los cuestionamientos.
En 2019 el caso llegó a estrados judiciales, finalizando con una condena a 9 años de prisión por 29 delitos de uso de documento falso que ahora será revisada.
Para el Ministerio Público, Taitelbaum conspiró en perjuicio de la costurera sancarleña, con el objetivo de conseguir un beneficio tributario.
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“Al aprovecharse de una información de María de los Ángeles Otárola, la cual obtuvo durante su cargo como viceministra de Vivienda, para seguir presentando declaraciones tributarias”, afirmó la fiscal Patricia Badilla, durante las conclusiones del primer debate.
Por su parte, la defensa cuestionó la veracidad del testimonio de Otárola y la evidencia de la Fiscalía.
“Tanto la Fiscalía, como la Procuraduría, lo que pintaron fue un monstruo. Una persona sin sentimientos y esa no soy yo. Durante toda mi vida, solo he querido hacer las cosas bien.”, afirmó Taitelbaum durante una breve manifestación que hizo ante los jueces.
El 28 de agosto de 2019, cuando conoció la condena, la exdefensora dijo estar tranquila.
“Tranquilidad absoluta, es una primera etapa. Desde que renuncié a la Defensoría lo dije: estoy a la orden de los tribunales. Estoy segura que, al final, el camino va a ser lo que debe ser, que es que brille la luz de este asunto, tan difícil que me ha tocado.
“Claro que sí, no es fácil. Estoy tranquila. Seguimos adelante”, dijo en ese momento, al anticipar una apelación por el caso.
