Elizabeth Rodríguez
El estado de la economía y el desempleo son las preocupaciones que más aquejan a la población costarricense. Muchas veces, quienes tienen un empleo, no tienen los ingresos suficientes para superarse y concretar metas como viajes, compra de casa, automóvil o pago de deudas.
A pesar del complejo panorama económico nacional, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) determinó que Costa Rica, Argentina, Chile y Uruguay son los países con mayor desarrollo de la llamada economía naranja o economía de la creatividad, la cual genera unos 30 millones de empleos en el mundo.
La tendencia, que tiene casi dos décadas desde su aparición, utiliza la creatividad, la cultura y la innovación para generar bienes y servicios capaces de producir beneficios sociales, ambientales y económicos. Se utiliza el color naranja porque suele asociarse a la juventud y la vitalidad, así como a la capacidad de crear.
La animación digital, la producción audiovisual y el diseño gráfico están entre las 10 carreras con mayor demanda laboral, según datos de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde). A estas se les suma la fotografía, la edición digital y el marketing digital.
De acuerdo con un estudio realizado por el BID en el 2015, la economía naranja en América Latina y el Caribe sostuvo una cantidad de puestos de trabajo comparables con los que genera toda la economía de Costa Rica o Uruguay.
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Rosa Monge, rectora de la Universidad Latina, explicó que la especialización en áreas creativas con alta demanda laboral no solo beneficia la calidad de vida de los profesionales, sino que también contribuye de manera positiva con el desarrollo país.
El centro educativo ofrece formación en este tipo de carreras y especialización a profesionales interesados en potenciar sus habilidades creativas. La matrícula se encuentra abierta y las lecciones inician el próximo 9 de marzo.
La “Economía Naranja” es un término acuñado a la economía creativa, esta última definida por John Howkins, uno de los investigadores más influyentes en la materia. En 2001, ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual la describió como un modelo en el cual “las ideas son los principales aportes y los principales resultados.
“Es una economía en la que la gente dedica la mayor parte de su tiempo a generar ideas. Es una economía o sociedad en la que la gente se preocupa y reflexiona sobre su capacidad de generar ideas”, señaló.
Dentro de esta rama, algunos sectores que sobresalen son arquitectura, artes visuales y escénicas, artesanías, cine, diseño, editorial, investigación y desarrollo, juegos, moda, música, publicidad, software, televisión y radio.
Elizabeth Rodríguez
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