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¿Qué le recuerda esta frase? Es más: ¿qué sintió al leerla?
En este mundo todo es relativo, así que, depende de quién, dónde y cuándo lance estas 3 palabras puede o no sentir en su cuerpo un escalofrío recorriéndolo.
¿Qué pasa si esta frase la pronuncia su jefe en medio de un conflicto laboral?
¿O bien su doctor al leer los exámenes que acaba de realizarse; o su mamá o pareja?
¿Es siempre un mal presagio? Yo diría que depende y de eso trata este artículo: de contextualizar antes de reaccionar.
No adelantarnos
Debemos ejercitar nuestra capacidad de no adelantarnos a las circunstancias y sobre todo tratar de ubicar en su debido contexto las conversaciones.
Esto tanto en el ámbito de las redes sociales como en el personal y profesional. Acudir a aquel consejo de nuestros padres: “todo depende de quien venga”.
Formo parte, como todos ustedes, de varios grupos de WhatsApp: familiares, amigos, excompañeros de la escuela, agrupaciones de profesionales.
Y soy usuaria activa en Twitter y Facebook y debo confesarles que me sigue impresionando leer constantemente las verdades a medias.
También las frases entrecortadas y sacadas totalmente de contexto y sobre todo la cantidad de “Fake News” que se reproducen día a día. Pero aún más me asustan las polémicas que se arman alrededor de esas verdades a medias o falsedades.
Vulnerabilidad a las noticias falsas
En una entrevista realizada a la neurocientífica Franca Parianen, en un medio internacional, ella afirma que quienes han sufrido una grave crisis en sus vidas y han perdido hasta el control sobre ella suelen ser más vulnerables a las noticias falsas.
Esto porque creer en algo, aunque sea falso, le devuelve a la gente cierta seguridad.
Dice que aceptar una explicación fácil para las cosas difíciles vuelve el mundo aparentemente más comprensible. ¿Qué opina?
Sí, ¡tenemos que hablar!
Quiero hacer un llamado urgente a que nos convirtamos o, al menos trabajemos duro, para lograr convertirnos en usuarios activos y responsables; capaces de informarnos de la manera más integral posible sobre diferentes temas, usando fuentes confiables.
Propongámonos ser más críticos, más cuidadosos y constructivos con lo que compartimos y sobre todo con lo que leemos y decimos.
No podemos ser expertos en todos los temas, pero tenemos la misión de contextualizar, de dónde viene esa afirmación o comentario.
Y esto incluye las informaciones de mis amigos, familiares y conocidos; tweets, posteos y todo el bombardeo de noticias que recibimos diariamente.
No olvidemos que somos seres por naturaleza comunicativos, y esas conversaciones en las que participamos día a día, queramos o no, nos impactan y transforman; pero aún algo más importante, nosotros también somos agentes de cambio, o sea impactamos y transformamos a los que nos rodean.
En resumen señoras y señores: ¡llegó la hora de que asumamos nuestra responsabilidad!
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