Paula Ruiz
El Ministerio de Educación Pública (MEP) no halló problema con la decisión del Colegio Nuestra Señora de Desamparados de colocar cámaras de seguridad, que según los estudiantes están en los servicios sanitarios y vestidores.
El MEP indicó que se le solicitó un informe al colegio mediante el Departamento de Fiscalización de la Dirección de Educación Privada del cual obtuvieron respuesta.
El documento firmado por Maribelle Umaña, directora del centro educativo le indicó al Ministerio que “los dispositivos fueron instalados, independientemente de los controles y motivos de seguridad que se procuran, de modo que están siempre enfocados hacia las áreas de paso y espacios comunes, por lo que en ningún caso se enfocan los espacios privados donde los educandos realizan sus necesidades fisiológicas o se cambian de ropa”.
Mientras tanto, Umaña descartó que haya estos dispositivos en los vestidores utilizados por los estudiantes para cambiarse su uniforme cuando asisten a Educación Física.
“En consecuencia, no solo se protege la intimidad y privacidad de los educandos, sino que evita el uso indebido de las instalaciones y es conforme con el interés superior de aquellos”, respondió el Ministerio ante la solicitud de este medio.
Informar a padres de familia
Por otra parte, la Contraloría de Derechos Estudiantiles recomendó al centro educativo comunicar a los encargados legales de los menores, sobre la colocación de las cámaras y contar con el consentimiento informado para la captación de imágenes de personas menores de edad.
“Asimismo, les recomendó a las autoridades del Colegio siempre velar por el respeto o cumplimiento de los derechos a la privacidad, dignidad, honor e imagen de las personas estudiantes, en cumplimiento del artículo 24 de la Constitución Política, artículo 6 y 8 de la Convención de los derechos del Niño y los artículos 24, 25, 26, y 27 del Código de la Niñez y la Adolescencia”, respondió el MEP.
Como medida de seguimiento y fiscalización, se hará una visita de inspección por parte de la Contraloría de Derechos Estudiantiles y el Departamento de Fiscalización de la Dirección de Educación Privada.
Un grupo de estudiantes denunció la colocación de estos dispositivos tanto en servicios sanitarios y vestidores de mujeres, como de hombres.
Los jóvenes, quienes han guardado el anonimato por temor a represalias, señalan que han notado que las cámaras se mueven y los enfocan mientras se encuentran en estos recintos.
Asimismo, expresan que tienen temor de comunicarse con personal de jerarquía pues podrían ser catalogados como “exagerados”. Los estudiantes se sienten vulnerados porque consideran que esos espacios son íntimos por lo cual no debería de exponérseles de esa manera.
