Allan Arroyo
El viernes, las autoridades confirmaron la detención de al menos 17 migrantes en tránsito al protagonizar disturbios contra la Policía en la frontera sur de Costa Rica.
El sábado por la noche, el ministro de Seguridad, Mario Zamora, visitó el campo ferial en Paso Canoas, frontera con Panamá, que es el punto de ingreso de las caravanas al país.
El jerarca aseguró que todo el proceso se hace en calma y en orden, con presencia policial.
“La situación está en normalidad, está en tranquilidad. Las personas que ocasionaron problemas de orden público fueron debidamente detenidas y están hoy en el centro de aprehensión migratorio”, dijo el jerarca en un video compartido por la oficina de prensa.
Zamora descartó que ocurrieran nuevos incidentes entre viernes y sábado.
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Lo que pasó
Los disturbios ocurrieron entre el jueves y viernes, después de que la Policía requisara alimentos y bebidas que los migrantes vendían de manera ambulante dentro del campamento improvisado desde mayo por las autoridades costarricenses para atender esta población.
Algunos migrantes lanzaron piedras a la Policía y bloquearon momentáneamente el acceso al precario recinto, ubicado en un antiguo espacio ferial, donde muchos quedan varados por semanas al no disponer de dinero para pagar el autobús.
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Ola migratoria constante
Las caravanas de migrantes, muchos venezolanos pero inclusive asiáticos y africanos, llegan a la frontera entre Costa Rica y Panamá y deben abordar buses que los trasladan hasta el cantón de Los Chiles, en zona norte, para que sigan su paso a Nicaragua. Ellos buscan llegar a Estados Unidos.
Solo pueden salir pagando $30 por persona (incluidos menores) para acceder a un boleto de alguno de los 50 autobuses diarios que les dejan en la frontera norte. Algunos extienden su estadía en Costa Rica por no tener los recursos para el pago de los tiquetes o para cancelar los montos que cobran en Nicaragua para permitir su paso.
Campamento de migrantes en Paso Canoas, frontera de Costa Rica con Panamá. (Photo by Alberto PEÑA / AFP)
Un récord de más de 248.000 migrantes han cruzado desde Sudamérica la inhóspita selva panameña en lo que va de este año, más que en todo 2022, según el gobierno panameño.
De ellos, poco más de 204.000 han ingresado a Costa Rica por Paso Canoas tras recorrer casi 1.000 kilómetros por territorio panameño, según cifras oficiales.
El gobierno costarricense insiste en la necesidad de ayuda internacional por el alto costo que implica la atención humanitaria de estos grupos.
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