Juan Pablo Arias
Las mujeres -especialmente las más jóvenes- son quienes han recibido el golpe más duro de la pandemia de covid-19 en materia de empleo.
Este grupo es uno de los que ha tenido más problemas para conservar los puestos de trabajo en el último año o para recuperarlos a medida que la actividad económica vuelve a su cauce.
A julio pasado, la población desempleada de Costa Rica se estimó en 423.000 personas, de las cuales 191.000 eran hombres y 232.000 mujeres, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Dicha cifra se traduce en una recuperación del empleo, respecto a julio de 2020, de 98.000 puestos para los hombres y solo 37.000 para las mujeres.
En términos generales, la cantidad de hombres desempleados se redujo en un 34% en el último año, mientras la cantidad de mujeres solo un 14%.
“Aunque hubo una baja (en el desempleo) en ambos sexos, la mujer siempre ha tenido una lenta recuperación para conseguir el empleo”, explicó a inicios de mes María Luz Sanarrusia, coordinadora de la Encuesta Continua de Empleo.
Los datos corresponden a la comparación del trimestre móvil comprendido entre mayo y julio de cada año, el último periodo actualizado.
A raíz de esa recuperación del empleo a diferente ritmo, la brecha de la tasa de desempleo entre hombres y mujeres también se ha ampliado.
Mientras en julio de 2019 fue de 5,7 puntos porcentuales, pasó a 9,5 durante el periodo de mayo-julio de 2020 y en la peor parte de la pandemia llegó a 13,5 puntos porcentuales, en el trimestre agosto-octubre de 2020.
A julio de este año, la brecha en la tasa de desempleo entre hombres y mujeres era de 10,7 puntos porcentuales.
La alta tasa de desempleo y el incremento en la brecha entre hombres y mujeres es uno de los factores en los que Costa Rica evidencia un rezago para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de acuerdo con la evaluación más reciente de la ONU, publicada a inicios de mes.
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Empleo se recupera a menor ritmo que la economía
De la mano de la recuperación económica, el mercado laboral también ha venido mejorando, aunque más lentamente.
Así lo explicó el economista Ennio Rodríguez, presidente del Colegio de Ciencias Económicas, quien señaló que si bien las empresas y sector productivo se han ido recuperando, muchas no están aún en condiciones de volver a contratar personal rápidamente y algunas preferirán ser más eficientes con menor cantidad de empleados.
Este fenómeno también lo reseñó el economista Ronulfo Jiménez quien resaltó que durante la crisis hubo una caída muy fuerte del empleo, el cual a su punto más bajo a mediados del año 2020. Desde entonces se ha ido recuperando pero con un ritmo cada vez más bajo.
“En el segundo semestre (de 2020) hubo una recuperación importante del empleo; sin embargo, en el año 2021 la recuperación ha sido muy lenta, prácticamente se ha generado poco empleo adicional”, afirmó la semana pasada en un video publicado por la Asociación Bancaria Costarricense.
Coincidió con que el grupo de las mujeres es uno de los más afectados, así como los jóvenes y las personas mayores de 60 años.
Para las mujeres ha sido más difícil conservar el empleo. (Archivo/El Observador)
“También las personas con menor nivel educativo, especialmente aquellas que tienen educación secundaria incompleta o menos. Son a los que les ha costado más recuperar el empleo”, indicó.
Mujeres jóvenes con más dificultad
Un análisis del Colegio de Ciencias Económicas de Costa Rica determinó que la recuperación del empleo es especialmente más lenta para las mujeres jóvenes (entre los 15 y 24 años).
Mientras que la tasa de desempleo juvenil masculina se situó en 32,69% a junio 2021 (-0,78 puntos porcentuales respecto a mayo), la femenina se ubicó en 55,11% (+3,51 puntos porcentuales respecto a mayo).
“Las personas jóvenes siguen siendo las más golpeadas por el desempleo y su reinserción en el mercado laboral es más lenta, en particular, para el caso de las mujeres jóvenes que más bien sufrieron un aumento del desempleo”, comentó el economista Rodríguez.
(Alonso Solano/El Observador)
Pérdida de dinamismo
Según la Revisión al Programa Monetario 2021-2022, elaborada por el Banco Central, la pérdida de dinamismo en la creación de empleos se refuerza en la lenta recuperación de algunas industrias, que a la vez han tendido a concentrar mayores niveles de informalidad.
“Esto explica, en buena medida, el por qué los trabajadores informales han sido mucho más afectados durante la recesión”, señala el documento.
La menor participación en el mercado laboral es más marcada en algunos grupos de trabajadores. En particular, la cantidad de trabajadores con edades superiores a los 60 años que se mantienen activos dentro de la fuerza laboral (es decir, que están ocupados o buscando empleo) se ha mostrado a la baja desde el inicio de la pandemia, y al mes de mayo este grupo fue un 20% menor con respecto a su nivel en enero del 2020.
De forma similar, la cantidad de trabajadores entre 45 y 59 años que forman parte de la fuerza laboral mostró una recuperación durante la segunda mitad del 2020, pero en los primeros cinco meses de este año más bien tendió a la baja.
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Por su parte, en el caso de los trabajadores jóvenes (15 y 24 años y 25 y 34 años), se observa que la participación sigue siendo menor a los niveles observados previo a la pandemia, y ha tendido a disminuir a partir del mes de marzo.
Lo contrario ocurre con el grupo de edad media, entre 35 y 44 años, cuya participación fue la que menos se contrajo al inicio de la crisis y, desde noviembre, mantiene niveles superiores a los prepandemia.
